El jefe del órgano electoral (ONPE) de Perú, Piero Corvetto, denunció este sábado que fue víctima de una «agresión física» en Lima, mientras el país sigue a la espera de la proclamación del ganador del balotaje presidencial del 6 de junio por parte del Jurado Electoral (JNE).
«Lamento comunicarles que hace pocos minutos he sido agredido física y verbalmente al interior del Club Regatas Lima», tuiteó Corvetto, junto a dos fotos de su agresor, un hombre de pelo cano que portaba mascarilla para protegerse de la pandemia.
La tensión se ha elevado en Perú, tres semanas después del balotaje presidencial entre la candidata derechista Keiko Fujimori y el izquierdista Pedro Castillo, quien quedó con una ventaja de 44.000 votos en el escrutinio final de la ONPE.
Sin embargo, todavía falta que el JNE termine de revisar las impugnaciones de miles de votos presentadas por Fujimori antes de proclamar al ganador.
«Condeno enérgicamente la agresión que sufrió Piero Corvetto, jefe de la ONPE, esta tarde», tuiteó el jefe de la Misión de Observadores Electorales de la Organización de los Estados Americanos (OEA), el excanciller paraguayo Rubén Ramírez.
Tanto el jefe de la ONPE como el del JNE, Jorge Luis Salas, se encuentran bajo asedio del fujimorismo desde que Castillo comenzó a encabezar el escrutinio, al día siguiente de la votación del 6 de junio.
Ambos funcionarios han tenido que afrontar manifestaciones afuera de sus hogares, unos actos condenados por la OEA y la ONU.
«Las diferencias deben ser resueltas por vías institucionales y nunca abrir la puerta a la violencia», agregó Ramírez este sábado.
El fujimorismo alega un supuesto fraude en las elecciones, pero los observadores de la OEA y Estados Unidos dijeron que los comicios fueron limpios y respaldaron la labor de la ONPE y del JNE.
La ONPE organiza la elección y hace el escrutinio, mientras que el JNE supervisa el proceso, resuelve las impugnaciones y proclama al vencedor.
La agresión ocurrió el sábado en la tarde y Corvetto se quejó de que los miembros de la seguridad del Club Regata, situado en el sur de Lima, no le brindaron «los datos del agresor».
Una fuente de la ONPE dijo a la AFP que la agresión a un funcionario electoral es un delito tipificado en la ley peruana, pero no dio detalles sobre las posibles sanciones.