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Fact-Cheking

Autopsia no reveló que el cuerpo de un hombre estuviera “plagado de ARN viral” de la vacuna

Publicaciones que aseguran que un estudio demostró que la vacuna Pfizer/BioNTech fue la causante de la muerte de un individuo, ya que su autopsia reveló que todos los órganos de su cuerpo contenían “ARN viral”, han sido compartidas más de 1.200 veces en redes sociales desde mediados de junio. Pero la afirmación es falsa. Como explicaron los autores del estudio a la AFP, sus conclusiones han sido distorsionadas y sus observaciones aseguran que la vacuna es segura y eficaz.

“Lo que vamos a compartir no es una noticia muy alegre”, dice una mujer en un video transmitido en Facebook. “Es que la primera autopsia de una persona vacunada contra el covid reveló que el cuerpo estaba plagado de ARN viral”.

La mujer lee y comenta un artículo publicado en el sitio Trikooba, sobre las supuestas conclusiones a las que se llegó tras efectuar una autopsia a un hombre vacunado.

De acuerdo con las afirmaciones de ese y otros sitios que replican el mismo contenido (1, 2), la vacuna de ARN mensajero (ARNm) de Pfizer/BioNTech contra contra el covid-19 genera una cantidad “irrelevante” de anticuerpos y, en cambio, “plaga” al organismo de la proteína “pico” o “espiga” del nuevo coronavirus, que causa daños en “prácticamente todos los órganos del cuerpo”. Por eso, aseguran las publicaciones, las vacunas son una “bomba de tiempo global”.

Captura de pantalla de una publicación en Facebook hecha el 28 de junio de 2021

Las mismas afirmaciones también circularon en Twitter (1, 2), Telegram (1, 2), y en publicaciones en inglés (1, 2) y francés (1, 2). 

En el caso del video, la mujer, quien se presenta como administradora del grupo de Facebook “LA NACIÓN ARGENTINA REPUDIA LA LEY 27.491”, que ha publicado desinformación a lo largo de la pandemia, también plantea que el virus SARS-CoV-2 no fue aislado y que los test PCR dan una mayoría de “falsos positivos”, afirmaciones falsas que ya han sido verificadas por AFP Factual (1, 2),

Origen de la desinformación

El artículo del sitio Trikooba cita como fuente un texto publicado el 13 de junio pasado en el blog de Hal Turner, un comentarista estadounidense, defensor de la supremacía blanca y negador del Holocausto, a quien se le han abierto causas judiciales por incitación a la violencia (1, 2).

Dicho texto señala que extrae sus afirmaciones de un estudio titulado “Primer caso de estudio postmortem en un paciente vacunado contra el SARS-CoV-2”, publicado en abril pasado por investigadores alemanes.

Consultado por la AFP, el patólogo Torsten Hansen, autor principal de dicho estudio, dijo que las conclusiones a las que llegan los artículos virales basadas en su informe “son totalmente engañosas”. “Casi todas contradicen completamente nuestras afirmaciones», aseguró. 

¿Qué pasó con el fallecido?

De acuerdo con el estudio, el hombre fallecido, cuya identidad fue preservada, residía en un hogar de ancianos de Alemania, tenía 86 años y varias patologías previas. Había recibido una primera dosis de la vacuna de ARNm de Pfizer/BioNTech el 9 de enero de 2021.

Fue ingresado en el hospital 18 días después de recibir la vacuna por un cuadro de diarrea, ocasionada por una «lesión ulcerosa» en el intestino, como revelaron exámenes realizados en la institución. «Como no mostraba signos clínicos de covid-19, no fue aislado en un sitio específico», afirma el estudio. La prueba de SARS-CoV-2 que se le efectuó dio negativo.

A seis días de su internación y 24 de haber recibido la vacuna, su compañero de habitación en el hospital dio positivo por SARS-CoV-2.

Al día siguiente, el paciente de 86 años también dio positivo, «presumiblemente contagiado por su compañero de cuarto», de acuerdo con los autores. Sus pruebas serológicas revelaron anticuerpos contra la proteína S («espiga») del nuevo coronavirus, lo que «muestra que el paciente ya había desarrollado inmunidad mediante la vacunación”.

Su estado, ya afectado por una insuficiencia renal, se deterioró, con fiebre y molestias respiratorias. Y a pesar del tratamiento con oxígeno y antibióticos, el «paciente murió de insuficiencia respiratoria y renal aguda» el día 26.

Envases de la vacuna Pfizer/BioNTech (Christof Stache / AFP)

¿Qué reveló la autopsia?

El paciente sufría una «bronconeumonía aguda bilateral» de posible origen bacteriano. El examen post-mortem también mostró una patología cardíaca y lesiones en los riñones.

En ausencia de lesiones clínicas «características» del covid-19, (como lesiones alveolares en los pulmones), la autopsia concluyó que el paciente había «muerto de bronconeumonía» e «insuficiencia renal aguda».

«Nuestro paciente, aunque dio positivo para SARS-CoV-2, no murió de covid-19. Creemos que la respuesta inmunitaria debida a la vacuna fue capaz de prevenir el covid-19 (sintomático)», dijo el profesor Hansen a la AFP.

¿Un cuerpo “plagado de ARN viral”?

Las publicaciones en redes sociales afirman que los investigadores encontraron ARN viral en la mayoría de los órganos del paciente y sugieren que se trata de la proteína espiga generada por la vacuna, que se dispersó por todo el organismo.

Esto es falso. Los investigadores analizaron nueve órganos en busca de rastros del SARS-CoV-2 —no de la vacuna—, y encontraron ARN del virus en siete de ellos.

Dicho hallazgo no es sorprendente: los científicos sabían que estaría presente en varios sitios del cuerpo, ya que el virus entra a las células a través de un receptor llamado ACE2, que está presente en varios órganos.

AFP Factual ya ha verificado varias afirmaciones falsas respecto del receptor ACE2 y su relación con las vacunas (1, 2, 3).

Una mujer recibe una dosis de la vacuna Pfizer/BioNTech en Leverkusen, Alemania, el 22 de junio de 2021 (Ina Fassbender / AFP)

 El estudio de Japón

En las entradas virales se afirma que la proteína “espiga” encontrada en los órganos del paciente de 86 años es la prueba de que dicha proteína se propaga por todo el cuerpo tras la vacunación, lo que causa estragos. Para “demostrarlo”, se hace referencia a un estudio de Japón.

AFP Factual ya verificó afirmaciones falsas respecto de dicho estudio, que en realidad es un documento técnico presentado por el laboratorio Pfizer para obtener la autorización de comercialización de su vacuna contra el covid-19 en ese país.

Al igual que con el estudio alemán, en el caso del informe japonés se ha hecho una interpretación errónea, afirmando que la proteína “espiga” generada tras la inoculación de una vacuna de ARNm es “tóxica” y se acumula en todos los órganos humanos. Esto no es cierto en ningún caso, de acuerdo con los expertos consultados. Además, dicho informe revela resultados observados en ratones, no en seres humanos.

Daniel Dunia, director de investigación del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia, descartó que las inmunizaciones impacten en todas las células del cuerpo. «Las vacunas de ARNm se inyectan localmente en el músculo y la expresión de la proteína espiga se limita a las células a las que se dirige inicialmente para desencadenar la respuesta inmunitaria”, dijo a la AFP. “El ARNm es inestable y se degrada rápidamente», afirmó.

Además, la proteína producida por la vacuna no es tóxica ni peligrosa, ni es el virus en sí. En realidad, es un fragmento del SARS-CoV-2 que inducirá la creación de anticuerpos al ser reconocida como “extraña” por el sistema inmunológico. De ese modo, las vacunas lo preparan para atacar al nuevo coronavirus en caso de contagio.

Vacuna e inmunidad contra el SARS-CoV-2

Las publicaciones virales aseguran que la autopsia demostró que “las vacunas no funcionan en absoluto”.

Pero quienes realizaron la autopsia escribieron exactamente lo contrario en la conclusión de su informe:

“Los resultados de nuestro estudio de caso de autopsia en un paciente con vacuna de ARNm confirman la opinión de que con la primera dosis de vacunación contra el SARS-CoV-2 ya se puede inducir inmunogenicidad”, se lee en el documento. “En cambio, la inmunidad esterilizante [prevención total del contagio] no se desarrolla adecuadamente”, destaca el informe.

Esto se condice con lo que se sabe acerca de las vacunas contra el covid-19 hasta la fecha: puede que no eviten el contagio, pero sí limitan notablemente el riesgo de desarrollar las formas graves de la enfermedad.

El patólogo Hansen, autor principal del estudio, indicó a la AFP que la vacuna puede haber evitado que el paciente desarrolle síntomas del covid-19, que no fueron observados en su estancia hospitalaria ni en la autopsia.

Solo un informe de caso

Hansen señaló que su trabajo es simplemente un «informe de caso» y, por lo tanto, las observaciones y conclusiones no pueden ser extrapoladas.

«Es un 'informe de caso', lo que significa que solo presentamos datos de interés para un paciente. Sin duda, se necesitan más investigaciones, con cohortes más grandes de pacientes vacunados (…) para sacar conclusiones generales. Por lo tanto, nuestros resultados deben interpretarse con precaución», dijo a la AFP.

«Solo analizamos nueve órganos», aclaró  el especialista y explicó que el objetivo de su estudio era ver cuál era la respuesta inmunitaria del cuerpo tras una primera dosis de la vacuna.