El único partido de oposición que queda en Nicaragua se llama Ciudadanos por la Livertad y este miércoles lanzó un alerta de ayuda porque se encuentra en bancarrota para hacer campaña política a menos de cinco meses de las elecciones presidenciales donde enfrentarán a Daniel Ortega.
El tema financiero complica el escenario actual, ya que sus precandidatos están en prisión.
Dirigentes de otras organizaciones de la oposición que quedaron sin partido político han sentado su postura sobre el partido quebrado.
Para Héctor Mairena, dirigente de Unamos, «la encrucijada que tiene el partido Ciudadanos por la Libertad es si se presta a la farsa electoral que Ortega está montando con varios precandidatos presidenciales presos o no”.
El partido señaló que los bancos del país no le otorgan préstamo alguno para empezar la campaña política. Algunos disidentes creen que el sistema financiero privado teme ser víctima de represalias.
Sin embargo, la dirigencia de la agrupación política afirma que continuará en la contienda, mientras no sea inhabilitado.
Carmela Monterrey, presidenta de Ciudadanos por la Libertad, aseguró que “esto es parte de la represión que estamos viviendo en el país. El ahogo financiero para que no podamos participar podría ser uno de los objetivos del régimen”.
Recientemente, el gerente general del Banco de la Producción, Luis Rivas, fue arrestado por el supuesto delito de “traición a la patria”. Además de Rivas, también fue apresado por el mismo delito Pedro Joaquín Chamorro, fundador del partido Ciudadanos por la Libertad que expresó su intención de optar a la presidencia.
“Apreciamos mucho a Pedro Joaquín y nadie duda que él pudo haber sido un candidato de primera”, explica Monterrey.
El presidente Daniel Ortega negó en cadena nacional que los juicios contra más de 20 opositores sean por razones políticas.
“No estamos juzgando a candidatos, aquí se está juzgando a criminales que han atentado contra el país”, dijo el mandatario.
Con información de VOA.