En el marco de una jornada médica de prevención y distribución de insumos contra el COVID-19 realizada este sábado en la parroquia Chiquinquirá de Maracaibo, el líder del Zulia, Manuel Rosales Guerrero recorrió dicha jurisdicción donde constató el sufrimiento, deplorables condiciones de los servicios públicos y calidad de vida de sus habitantes.
Rosales recorrió más de 7 kilómetros en compañía de dirigentes y vecinos del sector La Ponchera quienes manifestaron la terrible situación que viven por la escasez de agua, la crisis eléctrica, desaparición del transporte público, la falta de mantenimiento a las cañadas del sector y ruptura de colectores de aguas servidas, alto costo de la vida, entre otros.
El exmandatario regional enfatizó que «seguimos exigiendo a instituciones y países amigos el aporte de vacunas para evitar daños peores en el país «.
Continuó: «El pueblo sin vacunas ni atención está viviendo una calamidad por la falta de agua, servicio indispensable para mantener la higiene en estos tiempos donde la pandemia del Covid 19 avanza y nuestros centros de salud no cuentan con los insumos y equipos para atender a los enfermos».
Según el líder opositor, «no es un tema político, es una lucha por la vida y la salud de nuestra gente en la que no debe haber distinción alguna, es algo que el pueblo exige a diario en las calles para detener esta tragedia que ha cobrado miles de valiosas vidas».
Asimismo el ex gobernador del Zulia criticó que aún no exista solución a la crisis eléctrica que azota la entidad y el país «El pueblo está agotado, la actividad comercial, industrial y agropecuaria está seriamente afectada por los continuos cortes eléctricos y fluctuaciones que han dejado a la mayoría de los hogares con equipos y electrodomésticos quemados. El régimen y los destructores del Zulia no tienen perdón de Dios, el pueblo está luchando por sobrevivir a esta debacle impulsada por ellos, donde la mayoría de los hogares tienen enfermos de Covid-19 y requieren del servicio eléctrico».
Detalló que «a pesar de la crisis generalizada que atraviesa el estado, la gente mantiene viva la esperanza en un cambio que derive en progreso y prosperidad, es por ello que seguimos en la calle acompañando al pueblo, generando actividades, jornadas sociales, planificando estrategias y acciones para mitigar el profundo sufrimiento y calamidad que vive la gente día a día».