Colombia inauguró este martes una nueva legislatura que deberá tramitar una reforma tributaria para rescatar las arcas vaciadas por la pandemia, tras el fracaso de una iniciativa fiscal promovida por el gobierno que detonó un violento estallido social hace casi tres de meses.
«Las voces en las calles las escuchamos y deben nutrir los debates, pero ustedes están convocados por la historia para ser los voceros de un país en plena transformación», expresó el presidente Iván Duque al Congreso durante la ceremonia de instalación, que se adelantó varias horas para evitar confrontaciones con manifestantes que participan en una nueva jornada de protesta contra el gobierno.
Al igual que el parlamento, el conservador Duque entra en el último año de su gestión, marcado por multitudinarias protestas convocadas por sindicatos, estudiantes, indígenas y organizaciones sociales que le exigen un cambio de rumbo.
A finales de abril un plan del gobierno para incrementar impuestos a la clase media en plena pandemia provocó un estallido social sin precedentes que ha dejado más de 60 muertos en casi tres meses de protestas.
La iniciativa fue retirada y la legislatura que inicia hoy tiene como prioridad discutir un nuevo plan fiscal. El inicio de las sesiones legislativas coincide con la reanudación de las movilizaciones que piden un Estado más solidario frente a los estragos de la pandemia, que elevó la pobreza del 37% al 42% de la población de 50 millones de habitantes.
En esta versión el gobierno renunció a los puntos más polémicos de la propuesta inicial, como aumentar el IVA de algunos productos y la base de personas que pagan impuesto de renta.
En su lugar, plantea desmontar algunas exenciones que el propio Duque introdujo en 2019, aumentar el impuesto de renta a las empresas y una sobretasa del 3% al sector financiero para recaudar 3.900 millones de dólares, una reducción significativa frente a los 6.300 millones que aspiraba recolectar en un principio.
El trámite de la reforma es una incógnita en un parlamento donde el ejecutivo no tiene mayorías y que se enfrenta a elecciones en marzo próximo.
La reforma a la policía, desprestigiada por una cascada de denuncias sobre excesos en la represión de las protestas, también estará en la agenda del legislativo.
El gobierno ya ha anunciado dos proyectos que buscan cambiar el sistema de ascensos en la institución y su reglamento disciplinario.
Estas iniciativas también serán seguidas de cerca por los manifestantes que exigen una reforma policial profunda, incluyendo el desmonte del escuadrón antidisturbios, implicado en varios abusos durante las movilizaciones recientes.
Con información de AFP