Estados Unidos y Rusia continúan este miércoles en Ginebra el diálogo estratégico iniciado a orillas del lago Lemán por Vladimir Putin y Joe Biden en junio, para intentar estabilizar una relación muy deteriorada.
La reunión, que se lleva a cabo a puerta cerrada y sin medios de comunicación, comenzó de madrugada y las delegaciones están encabezadas por la número dos del departamento de Estado, Wendy Sherman, del lado estadounidense, y por el viceministro de Relaciones Exteriores Serguéi Riabkov, del ruso.
La delegación estadounidense difundió dos fotografías. En una se ve a Wendy Sherman y Serguéi Riabkov saludándose con el codo frente a una bandera estadounidense y una rusa, y en la otra aparecen los dos diplomáticos con mascarilla, uno frente al otro.
Sherman lleva un gran broche dorado en la solapa derecha de la chaqueta -un pájaro grande con las alas desplegadas- que recuerda las joyas de la exsecretaria de Estado estadounidense Madeleine Albright.
Rusos y estadounidenses rebajaron las expectativas, por lo que no se espera ningún resultado espectacular de la reunión que debe abordar asuntos delicados vinculados al control de armas. Bonnie Jenkins, subsecretaria de Estado para el control de las armas forma parte de la delegación estadounidense.
«Con este diálogo, buscamos sentar las bases de futuras medidas de control de armas y de reducción de riesgos», explicó el Departamento de Estado norteamericano en el comunicado que anunció el encuentro.
Para Riabkov, se trata de determinar si los estadounidenses «son serios en su voluntad de establecer un diálogo centrado y enérgico sobre la estabilidad estratégica». Pero el martes advirtió: «Yo no pondría el listón de las expectativas demasiado alto».
– Tensiones –
Este encuentro se produce en un contexto de tensión, ya que Estados Unidos ha amenazado a Rusia con tomar medidas si no pone fin a la ola de ciberataques que, según Washington, provienen en gran parte de su territorio.
Rusia, que niega tener nada que ver con estos ataques, acogió favorablemente los esfuerzos de Biden para que las relaciones sean más previsibles.
El martes, Biden acusó a Rusia de buscar interferir en los comicios de medio mandato de 2022, cuando se elegirán congresistas, gobernadores y otros puestos locales.
«Es una violación pura y simple de nuestra soberanía», acusó.
El presidente ruso «tiene un verdadero problema, es el jefe de una economía que posee armas nucleares y pozos de petróleo y nada más». «En mi opinión esto lo hace aún más peligroso», agregó.
Durante la cumbre del 16 de junio, los dos presidentes, a la cabeza de los mayores arsenales nucleares, insistieron en la necesidad de dialogar porque incluso en los peores momentos de la Guerra Fría Moscú y Washington siguieron en contacto para evitar que la situación degenerara.
El investigador ruso Andrey Baklitskiy, del Moscow State Institute of International Relations, cree que la creación de grupos de trabajos sería un indicio interesante porque indicarían cuáles son las prioridades de ambas partes y cómo ha transcurrido el encuentro.