Estados Unidos impuso el miércoles sanciones a un grupo armado sirio que mató a un político kurdo en medio de la incursión de fuerzas turcas en 2019, y prometió seguir persiguiendo la rendición de cuentas en el país devastado por la guerra.
Washington también tomó medidas contra dos hombres acusados de financiar a extremistas en Siria, incluido uno residente en Turquía, así como contra cinco funcionarios de prisiones del régimen del presidente Bashar al Asad por torturas.
El Departamento del Tesoro dijo que bloquea cualquier activo y prohíbe cualquier transacción de Estados Unidos con Ahrar al Sharqiya, un grupo armado sirio que quedó en el punto de mira cuando Turquía envió fuerzas al norte de Siria en octubre de 2019 después de que Donald Trump retirara sus tropas de la zona.
La ONU dijo que combatientes del grupo sacaron a una política kurda siria de 35 años, Hevrin Khalaf, de su coche y la mataron a tiros.
El Departamento del Tesoro alegó que el grupo ha matado a cientos de kurdos más desde 2018 en una prisión que administra cerca de Alepo.
«Nuestras designaciones de hoy deben servir como un recordatorio de que Estados Unidos utilizará todas sus herramientas diplomáticas para promover la rendición de cuentas de las personas que han infligido abusos y sufrimiento contra el pueblo sirio», señaló Aimee Cutrona, una alta funcionaria del Departamento de Estado que se ocupa de Siria.
El Departamento del Tesoro había adoptado medidas contra cinco funcionarios de prisiones y a ocho centros penitenciarios, donde Washington considera que se torturaron hasta la muerte a 14.000 personas.
El gobierno del presidente Joe Biden ha criticado duramente a Turquía en varios frentes, el más reciente sobre Chipre, pero también ha acogido con satisfacción las ofertas turcas para proteger el aeropuerto internacional de Kabul cuando las fuerzas estadounidenses se retiren de Afganistán.