Estados Unidos recibirá «muy, muy pronto» un primer grupo de intérpretes afganos evacuados ante la proximidad del fin de la retirada estadounidense y busca un país de acogida para los demás, declaró este jueves el secretario de Estado, Antony Blinken.
Blinken se encuentra en Kuwait para una visita de menos de 24 horas, en medio de especulaciones sobre un posible acuerdo con este país del Golfo para acoger en una base estadounidense en su territorio a los intérpretes afganos y sus familias, a la espera de que Washington les autorice la entrada en Estados Unidos.
En la rueda de prensa con su homólogo kuwaití, no anunció nada.
El tiempo apremia. Los militares estadounidenses deben completar su retirada de Afganistán antes del 11 de septiembre y los talibanes han emprendido una ofensiva generalizada que hace temer por la vida de los afganos que han trabajado para Estados Unidos si los rebeldes llegan a tomar el poder.
«Estados Unidos se ha comprometido a ayudar a quienes nos ayudaron durante los tiempos difíciles en Afganistán», especialmente a los «traductores e intérpretes» y sus familias, aseguró Antony Blinken.
«Estamos comprometidos muy activamente en este proceso» de «reubicación», agregó.
Dijo que un primer grupo de auxiliares afganos del ejército estadounidense que intentan salir del país por temor a represalias de los talibanes llegará «muy, muy pronto» a Estados Unidos.
Unos 700 intérpretes y otros miembros del personal auxiliar y sus familiares directos, es decir unas 2.500 personas, con los expedientes de inmigración más avanzados, serán alojados en Fort Lee, una base militar a 200 km de Washington, mientras el Departamento de Seguridad Nacional verifica sus datos, lo que llevará unos días, informó el Pentágono la semana pasada.
Otro contingente de 4.000 auxiliares y sus familias, es decir unas 20.000 personas, recibió luz verde de la embajada en Kabul para un visado inmigrante pero deben someterse a controles de seguridad exhaustivos, un proceso que puede tardar meses.