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Fact-Cheking

Las actividades humanas sí influyen en el cambio climático, según expertos

Publicaciones que aseguran que “el mundo va hacia un enfriamiento” y que “nada de lo que hagas” va a influir en los ciclos climáticos del planeta han sido compartidas más de 1.800 veces en redes sociales desde el pasado 11 de agosto. Estos mensajes circulan en medio de una ola de calor que ha propiciado importantes incendios y ha dejado temperaturas récord en varios países, incluidos Italia y España. Varios expertos consultados por la AFP explicaron que es “indiscutible” que la actividad humana tiene impacto en el cambio climático, en la misma línea que los resultados del informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC) de la ONU.

“Tres verdades sobre el cambio climático”, alerta un tuit del 11 de agosto con tres aseveraciones que también han sido compartidas centenares de veces en Facebook (1, 2) en formato de captura de pantalla.

La primera afirmación que expone la publicación viral dice: “El mundo va hacia un enfriamiento, no un calentamiento”. “Nada de lo que hagas va a influir en los ciclos climáticos del planeta”, añade la segunda. “El CO2 es el principal alimento de las plantas y ayuda a reverdecer la superficie de la Tierra”, concluye la tercera.

Captura de pantalla de una publicación en Twitter, realizada el 13 de agosto de 2021

A continuación, se verifican una a una las aseveraciones que aparecen en las publicaciones virales.

1. “El mundo va hacia un enfriamiento”: Engañoso

Expertos consultados por AFP Factual advirtieron que esta afirmación tiene un problema de base, y es que no especifica a qué escala temporal hace referencia.

“Afirmaciones como estas, muy genéricas, se tienen que poner en contexto, ya que se pueden malinterpretar en la discusión del calentamiento global”, advirtió Antoni Rosell-Melé, investigador de ICREA en el Instituto de Ciencia y Tecnologías Ambientales (ICTA) de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y profesor asociado en la Unidad de Ecología en la UAB.

En su opinión, esta afirmación es una “falacia”. [El enfriamiento] podría ocurrir en relación a los cambios climáticos naturales que suceden a escala de decenas y centenares de miles de años que tienen que ver con los ciclos glaciales de la Tierra”, pero “en cuanto a calentamiento global actual y de las próximas décadas el tema es irrelevante”.

Además, como señaló a la AFP Mariano Barriendos, doctor en Geografía e Historia, “no es contradictorio” hablar de un enfriamiento a escala subgeológica y un calentamiento a escala histórica inmediata.

En palabras de Ignasi Puig, doctor en Ciencias Ambientales, “tanto las series históricas como las proyecciones de la temperatura media global están inequívocamente al alza en una escala temporal de corto y medio plazo, medida en décadas. La escala temporal geológica es irrelevante”, detalló.

Isabel Cacho, catedrática de la Universidad de Barcelona, geóloga y especialista en variabilidad climática natural del planeta, afirmó a AFP Factual que, “de acuerdo con los ciclos glaciales del cuaternario, la próxima transición climática debería ser una glaciación”. Sin embargo, “estos ciclos, que pueden durar decenas de miles de años, ya han sido alterados totalmente por la actividad humana”.

“Por ello, esta transición natural [hacia una glaciación] podría darse a una escala temporal que difícilmente compensaría el calentamiento que ya estamos viviendo”, argumentó Cacho. Además, “los niveles actuales de CO2, que superan con creces los registros durante todo el cuaternario, indican que es previsible que el próximo ciclo de glaciación no se dé, teniendo que esperar 100.000 años a que se inicie la siguiente glaciación”. De este modo, “nos saltaríamos un ciclo climático”, concluyó Isabel Cacho.

Por su parte, Francisco Lloret, catedrático de Ecología de la UAB e investigador del centro público dedicado a la ecología terrestre y la adaptación del medio ambiente al cambio global CREAF, dijo a AFP Factual que la aseveración de la publicación viral es “falsa”. “Los hechos reales instrumentales indican lo contrario a la escala temporal a la que se refiere el cambio climático, es decir, desde días a siglos”, explicó Lloret, excluyendo del debate la escala temporal geológica.

“A escalas temporales futuras más amplias, hay evidencias de condiciones más cálidas hace decenas de millones de años, pero lógicamente no hay evidencias de las condiciones futuras a esas escalas temporales tan amplias”, argumentó el catedrático. Además, Lloret señaló que “el término ‘mundo’ es inexacto, ya que se debe hablar de la Tierra o el sistema climático de la Tierra”.

2. “Nada de lo que hagas va a influir en los ciclos climáticos”: Falso

Tatiana Nuño, licenciada en Ciencias del Mar y responsable de la campaña de cambio climático de Greenpeace España, aseguró a AFP Factual que “existe un consenso científico indiscutible de que ya estamos viendo los impactos del cambio climático y de que éstos se deben a las actividades humanas, en concreto por el uso de los combustibles fósiles [carbón, petróleo y gas].

Puig añadió que en la frase hay una incorrección. “No hablamos de ciclos climáticos, sino que se refiere al cambio climático por razones antrópicas”, esto es, en relación a la actividad humana. “Si las causas son antrópicas, lógicamente también lo son las posibles soluciones”.

El último informe del IPCC, presentado el 9 de agosto de 2021, concluye que, “a menos que las emisiones de gases de efecto invernadero se reduzcan de manera inmediata, rápida y a gran escala, limitar el calentamiento a cerca de 1,5 °C o incluso 2 °C [en comparación con la temperatura media de la era preindustrial] será un objetivo inalcanzable”. El nivel de 1,5 ºC es el límite establecido por el Acuerdo sobre el Clima de París de 2015 para evitar “un cambio climático peligroso”.

“La próxima década es decisiva para reducir las emisiones globales a la mitad y alcanzar el cero neto en 2050”, insistió Nuño, remarcando uno de los compromisos climáticos de los países integrantes del G7.

Según Rosell, “los humanos sí que hemos modificado los ciclos naturales de la Tierra”. “La elevada presencia de gases de efecto invernadero de origen antrópico ha retrasado el inicio de la próxima edad de hielo decenas de miles de años”, añadió el investigador de ICREA.

En la misma línea, Lloret consideró que el contenido de la segunda afirmación también es “falso”, ya que “los ciclos climáticos de las glaciaciones se ven modificados por las concentraciones de gases con efecto invernadero, como demuestran los cálculos del balance energético de la Tierra (el cual determina la temperatura del planeta), que consideran el efecto conjunto de la intensidad de la radiación que llega a la Tierra (variable según los ciclos orbitales de la Tierra) y el efecto invernadero de gases atmosféricos como el CO2”.

En 2021, el sector del transporte es responsable de casi el 30% de los gases de efecto invernadero que genera la Unión Europea. Otro de los problemas es el consumo “exacerbado” de carne y otros derivados animales de la ganadería industrial que ha alcanzado “niveles totalmente insostenibles”, como apuntan desde Greenpeace. Además, España es el país líder en consumo de carne de la Unión Europea, con una ingesta de alrededor de 50 kilos anuales por persona.

Greenpeace también alerta de otros riesgos derivados de la crisis climática como la desertización, que amenaza a un 75% de España, un país que está camino de convertirse en uno de los más secos del mundo para 2040 y con mayores problemas de abastecimiento de agua, según un informe del World Resources Institute.

El departamento de Acción por el Clima de la Comisión Europea explica que “el cambio climático afecta a todas las regiones del mundo. Los casquetes polares se están fundiendo y el nivel del mar está subiendo”. También detalla que en algunas regiones “los fenómenos meteorológicos extremos y las inundaciones son cada vez más frecuentes”, como ocurrió en el mes de julio en Alemania y Bélgica, además de Turquía en agosto. En otras zonas se han registrado olas de calor y sequías, como en Italia y en España.

Un termómetro en la ciudad española de Valencia marca 44°C el 12 de julio de 2021 ( AFP / José Jordán)

3. “El CO2 es el principal alimento de las plantas y ayuda a reverdecer la superficie de la Tierra”: Verificamos

El dióxido de carbono (CO2) es un elemento fundamental para el proceso de fotosíntesis.

Sin embargo, Lloret señaló un primer error conceptual: “El CO2 no es un alimento de las plantas”. Y consideró “falsa” la tercera aseveración de la lista: “Aunque el CO2 aumente, si el agua o los nutrientes escasean, el CO2 no ayuda a reverdecer la superficie de la Tierra”. Como consecuencia del impacto del CO2 en el clima, “se incrementa la aridez en algunas regiones del planeta y, por tanto, su superficie no reverdece”, explicó.

Barriendos consideró que, “a pesar de que el CO2 sea un gas vinculado a la vida y a la producción vegetal, el problema reside en las proporciones en las que se encuentra en la atmósfera”. “Este aumento desordenado de determinados gases puede superar los umbrales de equilibrio para los ecosistemas y las especies vegetales y animales”, siguió.

“Dicho desequilibrio puede comportar la pérdida de la biodiversidad de manera irreversible y modificaciones de las cadenas tróficas, que conllevarían a la extinción masiva de especies y afectaciones en el proceso de fotosíntesis de grandes bosques o fitoplancton oceánico, claves para la producción de oxígeno indispensable para vivir”, aseguró Barriendos.

Un niño se refresca en una fuente en Moscú el 13 de julio de 2021 ( AFP / Kirill Kudryavtsev)

El IPCC advierte en su informe de agosto que para no superar el límite de temperatura establecido, se tiene que optar por la “forestación, reforestación o la rehabilitación de suelos degradados”, además de reducir drásticamente las emisiones, ya que las plantas no pueden absorber la cantidad de CO2 que los humanos emiten a la atmósfera a través de la quema de combustibles fósiles.

Por su parte, Rosell dijo que la tercera frase es “falaz”. A pesar de que “el CO2, junto con el agua, los nutrientes y la luz solar son fundamentales para el crecimiento de las plantas”, el investigador recalcó que el “origen de todo el problema del calentamiento global es precisamente esa quema masiva de combustibles fósiles con la que estamos liberando CO2”.

Estas emisiones de gases de efecto invernadero comenzaron a crecer desde la revolución industrial por el uso de los combustibles fósiles, y por eso se produce un aumento de [las temperaturas] globales de 1,1 ºC en estos últimos 150 años”, explicó Tatiana Nuño, licenciada en Ciencias del Mar.