«Un hombre en bancarrota descubre a la hija adolescente de su amigo haciendo algo indebido, y se aprovecha de la situación» esa es la premisa de DIOS NO ES MÁQUINA el cortometraje independiente contra la violencia y desigualdad de género que por medio de una campaña crowdfunding busca hacerse realidad.
El proyecto original del realizador venezolano, Luis Castro es un esfuerzo colectivo que busca exponer la realidad de un sistema social históricamente injusto y perverso con la mujer, esto lo hará por medio de una historia que será el reflejo de la discreción y el secretismo que aún en este siglo persisten en el seno de familias de todas las clases sociales, y que contribuyen a que esta detestable realidad siga existiendo. Para ello, atacará el problema desde la raíz, es decir, desde las ideas que han dado a los hombres licencias transgresoras, insensibles e irresponsables y quitado a las mujeres propiedad y derechos básicos sobre sí mismas.
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«Nuestro objetivo es crear en los individuos, en las familias y grupos de personas que vean el corto, zonas y escenarios seguros de más profundas reflexiones que promuevan discusiones realistas sobre las normas de género y el rol de la familia en el esfuerzo por evitar más atropellos, traumas y abusos por violencia hacia las mujeres» expresó.
La reciente ola de denuncias de abusos contra menores que inundaron las redes sociales e impactaron en la sociedad venezolana hace a penas unos meses, da cuenta de lo necesario que es poner en la mesa temas como la violencia de género y el abuso sexual, es por esto que tras el nacimiento del movimiento #YoTeCreoVzla, Castro decidió sumar su voz, ya que esta situación también es un tema de hombres, un tema social y cultural que es pertinente entender y cambiar.
«Lo que ha pasado en Venezuela, es solo un pequeño vistazo de la verdadera dimensión del problema. Se está dando a conocer porque los delincuentes tienen cierta fama. Pero ¿y los que no la tienen? ¿Cuántos crees que sean los delincuentes, con las mismas sucias estrategias y mismos resultados dolorosos e irremediables, que no se conocen ni se darán a conocer por no ser famosos? ¿Cuál crees que sea el verdadero alcance de esto? Es inimaginable. ¿Vamos a seguir ignorándolo como si fuese poco? ¿Vamos a dejar que siga prolongándose como parte de nuestra cultura, de la normalidad? » cuestionó.
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Con el objetivo de materializar la idea que por más de seis años ha estado perfilando, el novel director abrió una campaña crowdfunding que busca recaudar 860.000 pesos argentinos para terminar la preproducción y realizar la producción, postproducción y distribución del corto por festivales de cine alrededor del mundo, antes de ser puesto a disposición en diferentes plataformas para que llegue a la mayor cantidad de personas posible, en especial a jóvenes en etapa de exploración de su etapa adulta.
Los aportes realizados permitirán tratar al elenco de actores y equipo técnico con el respeto profesional que merecen, pagándoles un monto justo por su trabajo en el corto, también permitirá contar con seguro de producción para todas las personas y equipos, seguir los protocolos de sanidad con respecto al COVID-19 y por supuesto alimentar a todos durante el rodaje.
A través de la aplicación «Cafecito», los interesados en hacer posible esta idea podrán brindar su aporte brindando un «café virtual» con valor de 250 pesos argentinos. Asimismo, quienes se encuentren en otras partes del mundo podrán sumarse a la experiencia a través de la plataforma idea.me, o escribiendo directamente a través de la cuenta en Instagram del proyecto, @DiosNoEsMaquina.
Luis Castro, es actor y director venezolano residenciado en Buenos Aires, Argentina.
Egresado de la Universidad Central de Venezuela como Licenciado en Artes mención Cine. En 2014, su pasión por el séptimo arte lo llevó hasta Barcelona, España, donde realizó un máster en Dirección Cinematográfica en la Escuela Superior de Cine y Audiovisuales de Cataluña (ESCAC)