El primer avión militar español proveniente de Kabul con medio centenar de españoles y colaboradores afganos aterrizó este jueves de madrugada, en la base militar de Torrejón de Ardoz, en el noreste de Madrid.
La aeronave, un Airbus A400M que había despegado de Dubái, es uno de los tres aviones movilizados por el gobierno español para sacar de Afganistán a los españoles que se encontraban allí bloqueados desde que los talibanes tomaron el poder, y a los afganos que trabajaron para España en el pasado y sus familiares.
Este primer grupo fue recibido en la pista de la base de Torrejón de Ardoz por el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, y por el de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá.
Los evacuados debían someterse a algunas formalidades, como la realización de un test de detección de covid-19.
El ministro Escrivá, en entrevista con la radio Cadena Ser, explicó que se trata de 48 afganos y 5 españoles, y que en el grupo había 32 niños. Los periodistas vieron también descender a mujeres del aparato.
De su lado, Albares precisó a la prensa que además de la repatriación de ciudadanos españoles, el objetivo del gobierno es hacer venir «a todas esas personas que colaboraron con España y a sus familias».
Sin embargo, declinó precisar a cuántos afganos pensaba evacuar el gobierno español, alegando «razones de seguridad».
– «Punto de entrada» a la UE –
El Ejecutivo español también aceptó ayudar a salir de Afganistán al personal local de la Unión Europea (UE) y de la OTAN y llevarlos a Europa, lo cual servirá de «punto de entrada en la Unión Europea», según un comunicado publicado el lunes por el Ministerio de Exteriores, que precisaba que el gobierno respondía a una petición de ambas instituciones. Esos ciudadanos afganos serán enviados a varios países europeos.
El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, indicó el miércoles en una entrevista con la televisión pública española que la UE tenía a «400 personas por repatriar».
Según las estimaciones más frecuentes, España querría evacuar a entre 500 y 600 personas, afganos en su mayoría.
El número de españoles que se encontraban en Kabul cuando la ciudad cayó en manos de los talibanes es muy bajo. Implica, sobre todo, a funcionarios (unos cuantos diplomáticos y policías encargados de su seguridad) y a varios civiles.
«Ya no quedan españoles en Afganistán, excepto personal necesario diplomático que esta gestionando la vuelta», afirmó Escrivá.
Como todos los países occidentales, España se comprometió a sacar a todos los afganos que ayudaron al país en el marco de su misión en Afganistán, ya sean intérpretes o empleados de la Agencia Española de Cooperación Internacional y Desarrollo (AECID), así como sus familiares.
El presidente del gobierno, Pedro Sánchez, que se encuentra de vacaciones, debía presidir este jueves la primera reunión del grupo de trabajo establecido para supervisar la operación de evacuación, en el que participan seis ministros, incluyendo los de Exteriores, Defensa e Interior.
En los últimos días, el jefe de gobierno ha sido objeto de vivas críticas por parte de la oposición conservadora por no haberse pronunciado públicamente sobre la situación en Afganistán, más allá de haber tuiteado sobre el tema.
Con información de AFP