Los dos gigantescos planes de infraestructura e inversión social que promueve el presidente estadounidense, Joe Biden, están paralizados en el Congreso este martes, en espera de un acuerdo entre demócratas sobre a cual iniciativa darle prioridad.
Este retraso es un revés para el mandatario, que quiere que estos planes por casi 5 billones de dólares sean parte de su legado y transformen la economía del país.
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Los legisladores en la Cámara de Representantes, controlada por los demócratas, volvieron a Washington el lunes especialmente para participar de varios votos de procedimiento sobre estos dos planes, etapas cruciales para permitir que las iniciativas sean aprobadas.
La falta de acuerdo sobre cuál de los proyectos es el que debe abordarse primero hizo que se postergaran las instancias de votación el lunes para este martes a mediodía local (16H00 GMT).
El Senado aprobó el 10 de agosto el plan Biden de inversiones en infraestructuras por 1,2 billones de dólares, de los cuales 550.000 son nuevos gastos y el resto reasignaciones, con el apoyo de varios republicanos.
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Varios demócratas de la cámara baja exigen que se apruebe sin demoras esta iniciativa, muy popular entre los ciudadanos.
Pero la presidenta de la cámara, la demócrata Nancy Pelosi, prometió al ala izquierda del partido que primero haría votar el plan social, que comprende unos 3,5 millones de dólares para educación, salud, el mercado de trabajo y la lucha contra el cambio climático.
Pelosi considera que es la única forma de que ambas iniciativas sean aprobadas por la Cámara, donde la mayoría oficialista es exigua y muchos -incluidos legisladores demócratas de centro- consideran al plan social demasiado costoso.