Miguel Cabrera, de 38 años de edad, está redondeando los números de una carrera prolifera que lo podrían llevar al Salón de la Fama de las Grandes Ligas.
Cabrera, oriundo de Maracay -estado Aragua-, debutó en Las Mayores a los 19 años de edad con los Marlins de Florida. En ese encuentro del 20 de junio de 2003.
Miguel Cabrera se convirtió en el sexto latino en llegar a 500 cuadrangulares
En ese compromiso contra los Rays de Tampa Bay conectó su primer imparable siendo un cuadrangular para darle la victoria a su equipo; desde ese momento se vislumbraba lo que sería una carrera de una estrella.
En esa misma campaña de 2003 el equipo de los Marlins se consagraron como campeones de la Serie Mundial frente a los imparables Yankees de Nueva York.
Miggy en el primer juego de SM se midió contra Roger Clemens, lanzador histórico de la MLB, y luego que una recta a 98 mph le pasara cerca de su rostro, le logró conectar un jonrón por el jardín derecho.
Cabrera perteneció al conjunto de los Marlins por cinco años, dejando números de .313, con 138 cuadrangulares, 842 imparables, 449 carreras anotadas y 523 imparables.
Además, con la jersey de Florida fue a cuatro Juegos de Estrellas y fue el MVP del equipo en dos ocasiones y ganó dos Bates de Plata.
Llegada a Detroit
En 2008 el maracayero firmó contrato con los Tigres de Detroit y continuó con su legado a los 25 años.
The Show ha pertenecido a la organización bengalí por 14 años, siendo el jugador franquicia desde el día uno. Además, ha logrado hitos que solo un jugador especial lo alcanza.
Cabrera en su palmarés tiene una Triple Corona, en la que solo cinco jugadores en la historia de la MLB lo han logrado. Cuenta con dos MVP, cinco Bates de Plata, siete ASG, dos Hank Aaron, dos Bateador del Año y dos MVP por parte de toda las Grandes Ligas.
Además, durante cinco años ganó el título de bateo, una racha que fue detenida por su compatriota José Altuve.
Firma
Cuando los Marlins lo firmaron a los 16 años, en el reporte del scout indicaba que tenía un don especial con el madero. Tenía rapidez y fluidez en su swing, “un show” cuando batea.
Algo que no cambio con el pasar del tiempo, puesto que llegó a los 500 cuadrangulares y va en camino a los 3.000 imparables.
Cabrera es el sexto latino con 500 cuadrangulares y es el segundo jugador activo con más bambinazos.