El Fondo Monetario Internacional (FMI) debería entregar US$5.000 millones a Venezuela como parte de los derechos especiales de giro que el Fondo va a destinar a los países en desarrollo para ayudarles a aliviar el golpe económico de la pandemia de covid-19. Pero hasta ahora, Venezuela está excluida de esa ayuda.
Mientras la oposición y el gobierno, no logren acuerdos claros que pongan fin a la crisis política y no tengan un consenso sobre cómo manejar ese dinero y otros activos del Estado venezolano, no lograrán tener ese dinero como ayuda para el país.
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Este dinero es parte de los derechos especiales de giro, que es un sistema creado en 1969 por el FMI para dotar de liquidez a las economías mundiales y poder brindar reservas adicionales a los países miembros en caso de dificultad.
Manuel Sutherland, director del Centro de Investigación e Información Obrera (CIFO) de Caracas, le dijo a BBC Mundo que se trataba «de un anclaje en una cesta de monedas que pudieran ser usadas o intercambiadas como fondo de reserva en situaciones de dificultad económica».
Venezuela debería ser uno de los países más beneficiado, pero la disputa internacional sobre quién es su legítimo presidente, las malas relaciones de los sucesivos gobiernos chavistas con el Fondo y los incumplimientos de los requisitos de transparencia que este exige por parte del gobierno de Nicolás Maduro impiden que reciba los fondos.
Es importante resaltar que el FMI acordó esta vez liberar alrededor de US$650.000 millones, la mayor cantidad de su historia.
Sutherland apunta además que «también hay bastante desconfianza de sectores dentro del país que no quieren que el gobierno de Maduro gestione directamente esa plata».
Es importante recordar que en marzo del año 2020, al comienzo de la pandemia, el FMI rechazó la petición del gobierno de un préstamo de emergencia por US$5.000 millones. «No hay claridad» sobre el reconocimiento internacional a Maduro, expresó entonces el Fondo en un comunicado.
El economista Sutherland indica que «US$5.000 millones parecería poco para una economía petrolera como la venezolana, que llegó a tener US$80.000 millones de ingreso promedio anual por sus exportaciones».
Pero la caída de las exportaciones petroleras de Venezuela, su principal fuente de ingresos en divisas, ha reducido drásticamente las reservas internacionales de las que dispone, ahora poco más de US$6.300 millones, según el Banco Central de Venezuela.
Ante esa cifra Sutherland estima que los derechos de giro correspondientes podrían representar hasta diez veces la liquidez total con la que ahora cuenta el país.
La ayuda podría servir para aliviar el sufrimiento de los venezolanos cuando uno de cada tres padece inseguridad alimentaria, según el Programa Mundial de Alimentos de la ONU, y la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida que elaboran expertos de las principales universidades venezolanas calcula que ocho de cada diez hogares viven en la pobreza.
Con información de BBC.