Las excarcelaciones del régimen de Nicolas Maduro, no son garantía de que los presos políticos vivan en libertad. Si bien, salen de sus centros de reclusión y pueden ir a sus casas, se siguen irrespetando sus derechos porque la decisión del Tribunal Supremo de Justicia los obliga a presentación cada 30 días, prohibición de salida del país o restricciones en declaraciones públicas, medidas cautelares que en muchos de ellos se da aún cuando nunca tuvieron una audiencia o fueron presentado como civiles en tribunales militares.
La premisa condenatoria de Nicolas Maduro cuando expresa que ellos promovieron “violencia política” y que en “aras de la paz y el diálogo” solicitó las 79 excarcelaciones, solo significa que no hay división de poderes y que las garanías judiciales de los venezolanos estan condicionadas a las dádivas del regimen.
Adicionalmente el Foro Penal Venezolano, denunció que 40 de los excarcelados eran presos communes y todavía más grave son las secuelas de la reclusion, como lo expresó el diputado del partido Voluntad Popular Gilber Caro, quien dijo que pasó un año preso y aislado, no se respetó su inmunidad parlamentaria y fue acusado por Maduro de militar en una organización “violenta”, “terrorista” y “al margen de la constitución”, dijo que “como preso político (…) mi estado de salud se deterioró. Ahorita voy saliendo a internarme en una clínica en caracas”, sufrió gastritis, dolencias en los huesos y antes de ser liberado llevaba 30 días sin ver la luz del sol.