La reina Isabel II costea con millones de libras de su propia fortuna la defensa legal de su hijo, el príncipe Andrés, acusado de abusos sexuales en Estados Unidos, según informa este sábado el diario The Daily Telegraph.
La reina aceptó a comienzos del año pasado pagar la defensa de su hijo, quien es acusado de abuso sexual presentada por la estadounidense Virginia Giuffre; con los fondos de su ducado de Lancaster, que recientemente crecieron en 1,5 millones de libras (1,75 millones de euros) hasta los 23 millones de libras (26,9 millones de euros).
Así que, el duque de York amplió su equipo legal la pasada semana tras contratar a la abogada Melissa Lerner, que se une a Andrew Brettler en su defensa contra la denuncia.
Según fuentes de la casa real citadas por el Telegraph, la factura de los abogados se disparará a «millones», en un proceso legal que se prevé que se alargará meses o años y que podría acabar con un arreglo económico que dispararía el costo final en varios millones más.
Giuffre alega en su denuncia que cuando tenía 17 años fue forzada a mantener relaciones sexuales con el príncipe, algo que le ordenaron hacer Jeffrey Epstein, el fallecido magnate acusado de gestionar una red de tráfico sexual de menores conectada a importantes figuras del mundo de la economía y la política, y su mano derecha, Ghislaine Maxwell.