El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, sostuvo el sábado que Estados Unidos quiere impunidad para los «operadores» del «esquema desestabilizador» que asegura que Washington promueve en la isla, ante críticas de funcionarios estadounidenses sobre la declaración como ilegal de una manifestación convocada para el 15 de noviembre.
«El imperio quiere impunidad para sus operadores en Cuba y amenaza con más medidas. Qué soberbia, prepotencia y frustración la del imperio. Recibirá la respuesta digna de nuestro pueblo», dijo el mandatario cubano en su cuenta de Twitter.
«Cuando el Gobierno estadounidense se pronuncia, habla el que financia y organiza el esquema desestabilizador, que suma a cuanto grupúsculo o institución –dólares mediante– aporte una iniciativa contra la Revolución. Basta de amenazas», añadió Díaz-Canel.
La semana pasada, el gobierno cubano declaró ilegal una marcha convocada para el 15 de noviembre y hace unos días advirtió de consecuencias penales a los organizadores de esta manifestación por el «cambio» y en demanda de la liberación de presos políticos. Los promotores han dicho que continuarán con su plan de salir a manifestarse ese día.
Esta convocatoria se da luego de las inéditas manifestaciones del 11 de julio, que dejaron un muerto, decenas de heridos y unos mil detenidos, de los cuales más de 500 siguen en prisión.
El gobierno cubano, que enfrenta el recrudecimiento del embargo impuesto por Estados Unidos desde hace décadas, considera que las protestas forman parte de una estrategia apoyada por Washington para cambiar el régimen.
Brian A. Nichols, subsecretario de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, dijo la semana pasada que «negar el derecho de reunión pacífica a los cubanos el 15 de noviembre demuestra el desprecio del régimen cubano por los #DDHH y las libertades de su pueblo».
Este sábado se reúne el pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC – único), la máxima instancia de poder en la isla. En dicha reunión el presidente reiteró, no obstante, su intención de mantener un diálogo con los diferentes sectores sociales para incorporar sus demandas.
«El diálogo llegó para quedarse», dijo ante el pleno del PCC, integrado por 114 militantes, instando al acercamiento entre las estructuras superiores del partido y la población.
Desde las protestas de julio en Cuba, Díaz-Canel dialoga con sectores sociales, pero hay voces que reclaman que ese proceso sea mucho más amplio.
AFP