El Observatorio Venezolano de Libertad Sindical (OVLIS), difundió una infografía donde se muestra cuánto se ha degradado el salario del profesor universitario en Venezuela, durante los últimos 20 años.
Un profesor universitario con postgrado percibía 1.125 dólares como salario en 2001. Sin embargo, para el año en curso, un docente de este tipo solo cobra el 0,62% de lo que ganaba hace 20 años; es decir siete dólares al cambio.
En 2001, un docente con postgrado y dos años de experiencia en aulas universitarias cobraba 1384 dólares, pasando a ganar $ 7,7 en 2021.
Asimismo, un profesor de educación superior con postgrado y seis años de experiencia docente, ganaba 1702 dólares en 2001. Actualmente recibe el 051% de ese salario (8,8 dólares mensual).
En su escalafón más alto, con título de doctorado y 15 años de experiencia docente, un profesional en aula universitaria recibía como salario en 2001, 2660 dólares. Dicho monto se degradó en divisas a solo 11,2 actualmente.
20 años de degradación del salario del profesor universitario en Venezuela pic.twitter.com/A8h1hRnt9n
— Observatorio Venezolano de Libertad Sindical (@ObservatorioVLS) October 24, 2021
Cabe acotar que, hace unos días, la Encuesta del Observatorio de Universidades sobre las Condiciones de Vida de la Población Universitaria en Venezuela (Enobu 2021) ofreció, también, un panorama general sobre el sector universitario, muy golpeado por las carencias económicas y la crisis humanitaria, lo cual suma a la indiferencia histórica del chavismo hacia la educación.
Dividida en 6 asuntos, un dato que sintetiza la situación del sector está en el ítem de la economía: en 20 años el docente de mayor jerarquía tuvo una pérdida salarial de 2.444,98 dólares. “La precarización y descomposición del salario en el sector de educación superior llevó a la renuncia y migración masiva de los académicos, así como la necesidad de realizar otro trabajo”, destaca el informe.
Para este año, 7 de cada 10 docentes dedica parte de su tiempo a otra actividad laboral. 79% lo hace de manera independiente. A pesar de eso, el ingreso familiar mensual de los docentes no cubre lo necesario para garantizar al menos una alimentación adecuada: 3 de cada 10 familias tienen un ingreso de entre 1 y 10 dólares.
Esto se traduce en que los profesores tengan tantas limitaciones para adquirir productos básicos como medicinas o alimentos. Según la encuesta, a 93% de los docentes se les dificulta adquirir medicinas y, de ellos, 19% nunca las consigue y 73% a veces.