La popular celebración de Halloween se celebra cada 31 de octubre en Estados Unidos (EEUU), pero en los últimos años la versión contemporánea de esta festividad se ha popularizado en varias partes del mundo.
El Halloween actual — con disfraces, dulces, calabazas y fiestas — es muy distinto al que se celebraba originalmente hace miles de años.
Según la página web History.com, lo que actualmente se conoce como Halloween es una mezcla de antiguas celebraciones paganas y cristianas.
Se cree que Halloween evolucionó de un festival celta que se celebraba hace más de 2.000 años en las islas británicas llamado Samhain, el cual marcaba el final de la temporada de cosecha y el comienzo del invierno.
En las noches más largas de invierno hacían que la barrera entre el mundo de los vivos y el de los muertos fuese más pequeña. Los celtas celebraban esta época con grandes fogatas y disfraces para ahuyentar a los espíritus malignos.
Cuando los romanos llegaron a Gran Bretaña (dominaron la región por 400 años) las tradiciones locales comenzaron a mezclarse con los festivales romanos de Feralia y Pomona, los cuales también celebraban a los muertos y además le pagaban tributos de alimentos.
En el siglo VIII, el papa Gregorio III declaró el 1 de noviembre como el Día de Todos los Santos, una fecha en honor a los santos y mártires. Esto convirtió al 31 de octubre en la Víspera de Todos los Santos.
Con el paso del tiempo, el nombre inglés de esta celebración fue cambiando de “All Hallows Eve” a “Allhalloween” y finalmente “Halloween”.
La tradición llegó a las colonias británicas hace más de 400 años, aunque se celebró de forma limitada debido a las estrictas creencias protestantes de gran parte de la población; Halloween era más comúnmente celebrado en Maryland y las colonias del sur.
En la segunda mitad del siglo XIX, con la llegada de millones de inmigrantes irlandeses a Estados Unidos, la popularidad de Halloween explotó a nivel nacional.