Tras un año de postergarse la Bajada de la Chinita debido a la pandemia de la COVID-19, este año los feligreses podrán acompañar a la patrona mediante medidas de seguridad con ciertas regularidades, este sábado 30 de octubre.
En la celebración que se realizará en la plazoleta de la Basílica de la Chiquinquirá se aplicarán estrictas medidas de bioseguridad y no se dejará entrar a menores de edad. Este año tampoco habrá procesión con la Chinita, pero si un recorrido en el Maríamóvil.
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Fue el párroco de la Basílica, presbiterio Nedward Andrade, quien informó a la colectividad que ya todo está listo para la bajada de la patrona de los zulianos.
“Tomando en cuenta que 35 % de la población ya está vacunada, haremos la celebración en la plazoleta de la Basílica porque la recomendación es estar en un sitio abierto, pero la presencia será controlada. Este año no hay procesión, vamos poco a poco. La Chinita solo estará en los brazos de los servidores en el momento de su traslado al Maríamóvil por eso hablamos de recorrido y no procesión”, destacó el sacerdote.
El año pasado, la bajada de María de Chiquinquirá fue adaptada a la pandemia con una celebración virtual. En mayo de este año, la Arquidiócesis de Maracaibo informó la suspensión de las misas en presencia de feligreses “hasta nuevo aviso por el alarmante número de contagios de COVID-19” en la región.
No obstante, tomando en cuenta que esta vez si se llevará a cabo la actividad de manera presencial, Andrade detalló que bajará de su altar «junto con San José para irradiar el amor de la Santísima Trinidad que es familia por excelencia, para que nos bendigan y nos hagan cada día vivir el amor y la unidad como miembros de la gran familia de Chiquinquirá”.
«Se endirá tributo de oración y acción de gracias por los fallecidos y sobrevivientes de la pandemia, pero además por todos los hermanos que se han ido del país por distintas circunstancias”, destacó.
¿Qué es la bajada de la Cjinita?
Es una de las tradiciones más conmemorativas de Venezuela, especialmente en la cpaital zuliana, en la que se rinde tributo y honor a la Virgen de La Chiquinquirá, también conocida coloquialmente como la Virgen de la Chinita.
Esta tradición venezolana remonta al año 1749 cuando una mujer lavaba su ropa en la orillas del lago de Maracaibo, cuando repentinamente vio flotando una tablita de madera fina, la cual recogió en que le podría ser útil para tapar la tinaja de agua que tenía en el corredor de su casa. A la mañana siguiente, la tabla comenzó a brillar y apareció la imagen de Nuestra Señora de Chiquinquirá.
Para que luego la casa de la señora se convirtiera en un templo conmemorativo. Con el pasar de los años, esta historia comenzó a ir atrayendo múltiples creyentes,
En la actualidad, debido a la alta migración venezolana, tradiciones como la bajada de la virgen han cruzado fronteras y se han celebrado en diferentes partes del planeta.