Los zulianos y amantes de la virgen de todo el país, dijeron presente este sábado en la Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá e Iglesia de San Juan de Dios, en Maracaibo, para presenciar la bajada de la Chinita.
Es importante recordar que este acto mariano se realiza todos los años, durante el último sábado de octubre. El mismo precede las celebraciones de la Feria de la Chinita que se llevan a cabo entre el 11 y 18 de noviembre.
Este 2021 la tradicional bajada de la Chinita debió adaptarse a la nueva normalidad producida por la pandemia de coronavirus. Se le exigió carnet de vacunación, con ambas dosis, a quienes quisieran estar presente en la plazoleta ubicada a las afueras de la Basílica.Los devotos empezaron a llegar desde temprano, con sus tapabocas, franelas y envases con la figura de la virgen. Debieron soportar el sol y hasta una leve llovizna para ver a su querida Chinita.
El celebrante de la eucaristía será monseñor José Luis Azuaje Ayala, arzobispo de Maracaibo. Tendrán participación especial la Coral Godspel y Los Chiquinquireños.
La eucaristía comenzó 43 minutos después de la hora prevista porque la lluvia que cayó sobre Maracaibo impidió que se diera inicio a las 5:00 de la tarde. El arzobispo de Maracaibo, monseñor José Luis Azuaje fue quien presidió la celebración y en la homilía dijo: “Es momento de definiciones y no de entretenimiento”, después de hablar sobre los valores que hay que rescatar como son: honrar, respetar, obedecer y cuidar.
Se refirió a las familias venezolanas y dijo que están “amenazadas por los condicionamientos económicos, el estrés ante los esfuerzos de sobrevivencia y la desnutrición”.
Comentó la importancia de cuidar a lo que llamó: “un pueblo empobrecido y una familia desarraigada, desvinculada de sus afectos por tantos migrantes fuera de sus casas”.
Destacó: “Encontrarnos como país es un tesoro” y alertó que “cuando aprendemos a usar el nosotros y no tanto el yo, cambiaremos nuestra estructura mental y eso tendrá repercusiones es en las decisiones”.
“El gran número de personas, hermanos y hermanas que han partido al encuentro con el Padre a causa del COVID 19 se encuentran representadas en esta obra mediante unas hermosas alas angelicales que llevan sus almas al infinito cielo, al encuentro con Dios, ante su Divina presencia”, precisó la Iglesia marabina.