La organización Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) reveló este miércoles la existencia de una presunta red de empresas irregulares para enviar alimentos de México a Venezuela con presuntos vínculos con el gobierno de Nicolás Maduro.
La investigación encontró 8 empresas que entre 2018 y 2019 aprovecharon una estructura de 13 importadoras creadas en Hong Kong, Panamá, Uruguay y las Islas Vírgenes Británicas para mandar comida a Venezuela por 64 millones de dólares, de acuerdo con registros de comercio exterior.
«Una nueva red de empresas para el envío de alimentos de México a Venezuela surgió en los primeros dos años del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, pero se frenó abruptamente cuando Estados Unidos intervino para desmantelar un esquema de lavado de dinero que involucraba a empresarios mexicanos con Alex Saab», indicó el reporte.
La información se revela mientras Saab está detenido en Estados Unidos por conspiración, aunque una corte ordenó este lunes desestimar siete de las ochos acusaciones penales por lavado de dinero en su contra para cumplir con las garantías dadas a Cabo Verde en el proceso de extradición.
La extradición de Saab, un empresario colombo-venezolano que es presunto testaferro de Maduro, se concretó el 16 de octubre desde Cabo Verde, lo que provocó que el chavismo interrumpiera su participación en los diálogos de paz con la oposición que México alberga.
La nueva red detectada por MCCI reemplazó a una estructura de importadoras que manejaban Saab y Samark López Bello, empresario venezolano que está acusado de narcotráfico por Estados Unidos.
MCCI recordó que registros revelaron que entre 2016 y 2018, dos empresas ligadas a Saab (Group Grand Limited y Asasi Food) y una atribuida a López Bello (Postar Intertrade) participaron en la compra de alimentos a 10 empresas mexicanas por cerca de 700 millones de dólares.
El producto se enviaba a los Comités Locales de Abastecimiento y Producción de Venezuela (CLAP), un sistema creado por Maduro en 2016 y al que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos acusa de servir como un esquema para que Saab obtenga «ganancias sustanciales».