Estados Unidos considera que Nicaragua consolidará una «dictadura» con el previsible triunfo de Daniel Ortega el domingo en elecciones que son «una farsa», y que se necesitará todo el peso legal y diplomático para restaurar la vía democrática.
«Ortega y su esposa y vicepresidenta Rosario Murillo están tramando elecciones sin oposición que no les otorgarán un mandato democrático el 7 de noviembre», dijo el viernes el jefe de la diplomacia estadounidense para Latinoamérica, Brian Nichols.
Junto a su mensaje en Twitter, el funcionario publicó un video en el que nicaragüenses como el periodista Carlo Fernando Chamorro, en el exilio en Costa Rica, la activista Bianca Jagger, y Berta Valle, esposa del encarcelado aspirante presidencial Félix Maradiaga, denunciaron un «estado de terror» en el país centroamericano.
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Unos 150 opositores, incluidos siete precandidatos a los comicios, fueron detenidos por «golpistas» en Nicaragua, y tres partidos políticos fueron ilegalizados.
Estados Unidos hace un llamado «a liberar inmediata e incondicionalmente» a todos los políticos, periodistas, estudiantes y empresarios opositores bajo arresto, señaló el viernes a periodistas la portavoz adjunta del Departamento de Estado, Jalina Porter.
El gobierno de Joe Biden dijo que trabajará para incrementar la presión sobre Ortega junto a países afines, como Canadá, la Unión Europea (UE) y socios latinoamericanos y caribeños.
«Estas elecciones no tendrán credibilidad, son una farsa», argumentó Patrick Ventrell, director de Asuntos Centroamericanos en el Departamento de Estado.
«Vamos hacia el escenario de una dictadura a la que tendremos que responder», afirmó el jueves en un foro del Wilson Center y el Atlantic Council.
«Historia aleccionadora»
La situación en Nicaragua se debatirá la semana próxima en la Asamblea general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), que podría incluso suspender la participación del país en el bloque regional.
Analistas prevén que la crisis política nicaragüense, agudizada tras las protestas contra Ortega que estallaron en 2018 y cuya represión dejó mas de 300 muertos, también estará presente en la Cumbre por la Democracia que organiza Biden para diciembre, y en la Cumbre de las Américas que acogerá Estados Unidos en 2022.
Es «un caso realmente claro de quebrantamiento del orden democrático. Es algo de lo que hablaremos extensamente en esos foros multilaterales porque Nicaragua es realmente una historia aleccionadora», opinó Ventrell.
El presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, el demócrata Bob Menéndez, dijo el viernes que homólogos de 16 parlamentos europeos y latinoamericanos, entre ellos de España, Reino Unido, Colombia, Costa Rica y Ecuador, instaron a defender el estado de derecho en Nicaragua.
«Rechazamos enfática y rotundamente los resultados de estas elecciones falsas, las cuales ya fueron determinadas de manera fraudulenta y vergonzosa«, indicaron en una declaración conjunta.
«Nos comprometemos en hacer que la familia Ortega-Murillo rinda cuentas».