El dramaturgo y disidente cubano Yunior García, líder de la frustrada “Marcha Cívica por el Cambio”, explica a la Voz de América los motivos por los que huyó del país y defiende que la comunidad internacional debe emprender acciones más contundentes contra el gobierno cubano, al que considera una “dictadura”.
“Estábamos sitiados, rodeados, amenazados… Temía por mi familia” rememoró el dramaturgo el jueves en la noche, a casi 48 horas de que aterrizara en Madrid por sorpresa junto a su esposa tras abandonar su Habana natal, donde una turba progubernamental le impidió protestar de manera pacífica el pasado domingo.
“Sentía que me estaba consumiendo, que estaba naciendo dentro de mí una rabia que ya no podía controlar, y que corría el riesgo de convertirme en eso mismo que critico”, afirmó.
Desde el Congreso de los Diputados, a miles de kilómetros de Cuba, García hace balance del giro que dio su vida desde la creación del movimiento Archipiélago, el cual fue el germen de la marcha frustrada y desencadenó muestras de apoyo de simpatizantes de la oposición alrededor del mundo.
Sobre sus objetivos en Europa explicó: “Vinimos a dar testimonio, a contar lo que pasa en Cuba de primera mano, a hablar por los que no tienen voz”, dice a la VOA desde Madrid el dramaturgo, que se convirtió en la cara más visible de la fallida “Marcha Cívica por el Cambio”, convocada el pasado 15 de noviembre.
El gobierno socialista de la isla, que lidera el presidente Miguel Díaz-Canel, ha considerado la convocatoria como “una provocación desestabilizadora”. Las autoridades consideran a disidentes como García «mercenarios» al servicio de potencias extranjeras.
“Hay que ser mucho más severos”
García afirma sentirse agradecido por el interés que ha generado Cuba en la agenda de países como EE. UU., y organismos como la UE, los cuales han apoyado a la oposición y amenazado con sanciones al gobierno de Díaz-Canel.
Considera que “no se puede apartar la vista” de lo que acontece en la nación caribeña: “Hay que preocuparse ahora, porque hay que denunciar, hay que decirlo de frente y usar las palabras correctas para que este mensaje sea firme y concreto”.
Asimismo defiende que hacen falta acciones más contundentes para presionar al gobierno cubano, al que tilda de “dictadura”.
“Si la intención era arropar el derecho que tienen los cubanos a manifestarse nos quedamos desnudos, y la dictadura es la que se ha sentido de alguna manera abrigada para aplastar a su propio pueblo (…) Hay que ser mucho más severos con aquellos que están maltratando a sus ciudadanos, con aquellos que se están riendo de los derechos de todos los tratados que han firmado, con aquellos a los que no les importa lo que diga el mundo cuando están dispuestos a aferrarse al poder y a no perder sus privilegios”, enfatiza.
Por otro lado, el artista insiste en el “sufrimiento” del pueblo cubano y condena el pensamiento de los que creen que la isla “es una especie de romance infantil que no existe en la realidad” y los que usan al país “como una estrategia política para ganar votos y seguidores”: “El mundo también tiene que despertar, eliminar esas visiones románticas, idílicas y falsas sobre lo que es Cuba y acercarse a la gente real”.
“El futuro no puede reproducir los errores del pasado”
“Una vez tuvimos una dictadura y vino una revolución que prometía acabar con ella y acabó reproduciendo el mismo esquema y generando una dictadura quizás peor. Eso no puede pasar en el futuro”, explica García evocando el período en el que Fulgencio Batista se hizo con el control de la isla. Batista fue derrocado por las armas de grupo de rebeldes liderados por Fidel Castro, cuya revolución triunfó en 1959.
“La Cuba que se construya tiene que ser distinta, inclusiva, tolerante, y un Estado de derecho real (…) El país que construyamos tiene que parecerse a lo que una vez soñó Martí cuando dijo ‘Yo quiero una cuba con todos y para el bien de todos‘” (…) Quiero confiar en los cubanos, en que las conciencias van a despertar, los miedos van a ser menores que la dignidad y finalmente se va a imponer la dignidad de cada cubano”.
Voz de América