El director para las Américas de Human Rights Watch (HRW), José Miguel Vivanco, acusó este miércoles al presidente de Perú, Pedro Castillo, de socavar la libertad de expresión, luego de que el mandatario amenazara con dejar sin publicidad estatal a los medios de comunicación que, bajo su criterio, desinformen y tergiversen.
“El uso arbitrario de fondos públicos para premiar a aduladores del gobierno y castigar a críticos socava la libertad de expresión”, escribió Vivanco en su cuenta oficial de Twitter.
Vivanco agregó que el discurso usado por Castillo es “ya conocido en América Latina al amenazar con retirar la publicidad oficial de los medios que no le gustan”.
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Estas afirmaciones del director para las Américas de HRW se dan un día después de que el presidente peruano criticara que varios medios de comunicación nacionales difundiesen videos de su reciente visita a la sureña ciudad de Arequipa, donde se observa que algunas personas le insultaban, increpaban y exigían su destitución.
“Debo condenar algunas actitudes nefastas de algunos medios de comunicación que han editado que estaba solo y que la gente pedía vacancia, cuando no es cierto”, manifestó Castillo en su visita a la comunidad campesina de Chopcca, en la región andina de Huancavelica.
El mandatario añadió que, desde su punto de vista, estos medios de comunicación piden que, “en vez de darle agua a los pueblos, se les dé presupuesto para que hablen bien del Gobierno”.
“No me voy a permitir darle ni un centavo a aquellos que tergiversan la realidad, a aquellos que no quieren ver al pueblo, a aquellos que quieren hacer creer otra cosa”, manifestó el presidente peruano.
Estas polémicas declaraciones se producen al día siguiente de que el ministro de Energía y Minas, Eduardo González, declarase que solo atendería a los periodistas de los medios de comunicación que no le creen problemas.
No es la primera vez que miembros del Ejecutivo de Castillo lanzan declaraciones controvertidas sobre los medios de comunicación, como cuando el ministro de Transportes y Comunicaciones, Juan Francisco Silva, lamentó que el canal estatal TV Perú fuese crítico con el Gobierno.
A ello se suma el largo periodo del presidente sin dar entrevistas, pues no concede ninguna desde que ganó la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, en junio pasado.
En sus intervenciones públicas, el mandatario tampoco responde a preguntas de los periodistas y se limita a hacer declaraciones sin opción a réplica.
La tensión entre Castillo y varios de los grandes medios de comunicación de Lima se vislumbró ya durante la polarizada campaña electoral para la segunda vuelta presidencial del 6 de junio, cuando un sector mayoritario de la prensa limeña ensalzó el discurso de la derecha peruana contra el entonces candidato del partido marxista Perú Libre.
En varias ocasiones, Castillo denunció haber sido injustamente “terruqueado” (calificado de terrorista) por varios medios de comunicación que lo tildaron de esa manera por haber liderado una facción disidente del tradicional Sindicato Único de Trabajadores de la Educación del Perú (Sutep) con presuntos nexos con el Movadef, el brazo político del grupo terrorista Sendero Luminoso, algo que él siempre ha negado.
La crispación política generada durante la segunda vuelta electoral peruana se ha mantenido desde que Castillo asumió la Presidencia, el pasado 28 de julio, con enfrentamientos con la oposición, que domina el Congreso y cuestiona e interpela constantemente a ministros y funcionarios del régimen, e incluso busca oficializar un pedido para que se debata la destitución del gobernante por “incapacidad moral”.