Comida, bebidas calientes y pronto regalos: una cadena de solidaridad aliviaba la tristeza este viernes de Nochebuena en Mayfield, una localidad estadounidense de Kentucky devastada hace dos semanas por un tornado que causó decenas de muertos.
«Solo tratamos de que sea Navidad» también para sus habitantes, explica Jimmy Finch, quien llegó un día después de la tragedia desde la vecina Tennessee con su enorme barbacoa móvil remolcada en su vieja camioneta roja.
«Una cosa a la vez, un bocadillo a la vez» se ha convertido en su mantra para ayudar a Mayfield.
«He perdido la cuenta de la cantidad de personas que hemos alimentado, animamos a todos a que vuelvan», dice.
En un gran estacionamiento frente a la Primera Iglesia Metodista Unida de Mayfield, la asociación Scientology Volunteer Minister, vinculada a la cienciología, instaló una marquesina amarilla.
«Intentamos asegurarnos de que todos coman porque es un momento muy difícil para cada uno de ellos», comenta Chad Adams, uno de los voluntarios enviados a Mayfield.
Estima que el grupo ha repartido unas 30.000 comidas desde la catástrofe del 10 de diciembre, e invita a todos a tomar un café, un chocolate caliente o comer una rosquilla, mientras esperan a que lleguen los juguetes, afirma.
Al menos 79 personas han muerto en Estados Unidos tras el paso de varios tornados el 10 de diciembre.
Mayfield fue el epicentro de la tragedia. Al día siguiente la alcaldesa lo describió diciendo que la ciudad parecía haber quedado reducida a «un montón de cerillas».
AFP