La portavoz del Servicio Federal de Cooperación Militar y Técnica (FSMTC) de Rusia, Valeria Reshétnikova, confirmó que avanza en Venezuela la planta de producción de fusiles Kalashnikov.
La funcionaria, dijo la agencia Sputnik que a pesar de la situación epidemiológica, los trabajos finales de la fábrica se están llevando a cabo a un ritmo rápido en cooperación con Venezuela.
“Los especialistas rusos han empezado a preparar los equipos de proceso y las líneas de montaje. Esperamos llevar a cabo su lanzamiento en 2022″, señaló Reshétnikova.
A principios del mes de octubre, el enviado especial del régimen venezolano, Adán Chávez, visitó Moscú y comunicó que las autoridades del país caribeño esperan que las obras de construcción de la fábrica de fusiles Kalashnikov concluyan en la segunda mitad del año que viene.
El contrato para producir las armas Kalashnikov y munición en Venezuela fue firmado en 2001, pero las labores de ejecución fueron retrasadas. Las autoridades del régimen chavista, han atribuido las demoras a cuestiones financieras, las sanciones impuestas por EEUU y la propagación de la pandemia.
La cooperación armamentista del régimen de Caracas no es solo con el gobierno ruso. Misiles, bombas, radares y sistemas de defensa aérea, era el contenido de un Boeing 747-200 F de carga que el pasado 21 de junio aterrizó en Venezuela proveniente desde Irán.
“Tras revista exhaustiva a los distintos sistemas de armas desembarcadas del Boeing 747-200F de Fars Air Qeshm, perteneciente a la República Islámica de Irán, en nuestra base aérea Libertadores (Bael), los cuales son los siguientes: sistema de defensa aérea Talash, misiles antibuque AGM-84, AGM-65G, misiles aire-aire AIM-7, Sparrow AIM-9X Sidewinder, sistema de radar AESA APG-83 SABR, contenedores UPK-23-250, lanzador UB-32 con cohetes S-5, bombas ZAB 500 kg, bomba RBK 500 kg, fusiles de asalto ligeros reparados AK-103 calibre 7,62 mm, rifles Masaf calibre 51,62 mm”, dice el reporte “secreto”, citado por Semana.