En la última semana, Estados Unidos vio un aumento récord de casos de coronavirus, con 4.217.830 nuevos contagios, según datos de la Universidad Johns Hopkins.
Precisamente el pasado lunes el país reportó 1.171.378 casos, la cifra máxima diaria desde el inicio de la pandemia. El promedio diario en siete días hasta el 5 de enero era de 586.391 contagios.
En lo que respecta al número de muertes, se registraron 8.795 muertes en la última semana, lejos del récord de principios de 2021, cuando entre el 10 y el 16 de enero se informaron 23.415.
Pese a las cifras récord, provocada en gran parte por la variante Ómicron del coronavirus, desde la Universidad de California, en San Francisco, los científicos tienen pronósticos alentadores.
“El país estará en buenas condiciones, inclusive en condiciones muy buenas, en las próximas 6 u 8 semanas”, decía confiado el doctor Bob Watcher, jefe del departamento de medicina de la Universidad de California, quien aclaraba que cree que EEUU podría estar saliendo de la pandemia para fines de febrero o marzo, si es que no surge una nueva variante del virus. “Algo que en los últimos años ha pasado muchas veces. Cuando todo parecía empezar a mejorar, surge algo nuevo que tira todo para atrás”, aclaraba el académico.
Para este jefe de uno de los departamentos de medicina más prestigiosos del país, el hecho de que la variante Ómicron sea tan contagiosa augura un enero complicado. Pero confía en que la mayor parte de los casos sigan siendo de síntomas leves.
El médico explicó que en su departamento encontraron datos consecuentes con lo que se está diciendo de la nueva variante: que es muy contagiosa, pero más leve.
“No estamos viendo la misma relación entre nuevos casos y hospitalizaciones que se vio con variantes anteriores. El caso promedio de Ómicron tiene un 60% de menos probabilidades de terminar en el hospital que un caso promedio de Delta. Sin embargo hay que estar conscientes de que los hospitales están desbordando. Eso se debe a que si hay dos, tres o hasta cinco veces más contagios, si bien son porcentualmente menos los que van a terminar en el hospital, igual son muchas personas que pueden colapsar el sistema”, agregaba.