El líder de la mayoría demócrata en el Senado de EEUU, Chuck Schumer, sentó este miércoles las bases para que haya un debate en la Cámara Alta sobre el derecho al voto en el país, aunque lo tendrá difícil para superar la férrea oposición republicana a una reforma electoral.
Un día después de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, instara a su partido a “proteger la democracia” ante las crecientes restricciones al voto aprobadas a nivel estatal, los demócratas empezaron a mover fichas sobre el tema en el Senado.
En una carta enviada a sus colegas, Schumer anunció que encontró una forma para evadir el bloqueo que hasta ahora habían impuesto los republicanos a cualquier debate en el pleno del Senado sobre dos proyectos de ley diseñados para fortalecer el derecho al voto a nivel nacional.
“El Senado debatirá por fin la legislación sobre el derecho al voto, y después cada senador tendrá que decidir si aprueba esa legislación para proteger nuestra democracia”, escribió el líder demócrata, según la carta obtenida por varios medios.
Para esquivar el requisito de 60 votos a favor necesarios para iniciar el debate sobre una medida, la Cámara Baja -de mayoría demócrata- enmendará esta semana un proyecto de ley diferente, que tiene que ver con la NASA, para añadirle el texto de una de las propuestas de reforma electoral.
Al utilizar ese mecanismo, los demócratas -que controlan 50 escaños en el Senado- solo necesitarán una mayoría simple de 51 votos para iniciar el debate sobre el tema, aunque para aprobarlo sí necesitarían el respaldo de 60 senadores, algo que el propio Schumer reconoció que “no va a ocurrir”.
La alternativa, respaldada por Biden, es cambiar las reglas del Senado para conseguir que la reforma electoral se apruebe por mayoría simple, con los votos de los senadores demócratas y el desempate de la vicepresidenta Kamala Harris, que preside la cámara.
Según Schumer, al debate sobre la reforma electoral podría seguirle un intento de cambiar esas normas, aunque para ello se necesitará una unidad absoluta en las filas demócratas, y al menos dos senadores han expresado dudas al respecto.