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Investigación sobre enfrentamiento en sinagoga en Texas será «global»

Autoridades de Estados Unidos activaron el domingo una investigación de «alcance mundial» sobre el sospechoso que murió tras mantener a cuatro personas como rehenes en una sinagoga en Texas, donde aparentemente exigía la liberación de una mujer convicta por terrorismo.

Los cuatro rehenes -entre ellos un respetado rabino local, Charlie Cytron-Walker- fueron liberados ilesos el sábado por la noche en ese estado del sur del país, lo que provocó alivio en Estados Unidos, donde la comunidad judía y el presidente Joe Biden renovaron sus llamamientos para luchar contra el antisemitismo.

La policía no dijo si el equipo de asalto mató al hombre o si éste se suicidó.

«Investigaremos al secuestrador y a su contacto», declaró el agente especial del FBI Matt DeSarno a los periodistas en la pequeña ciudad texana de Colleysville, a unos 40 kilómetros al noroeste de Dallas, tras el final del enfrentamiento.

«Tendremos un alcance global. Hemos estado en contacto con múltiples pistas del FBI que incluyen Tel Aviv y Londres», añadió.

Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores en Londres no confirmó ningún detalle, pero sostuvo en un comunicado que las autoridades son «conscientes de la muerte de un hombre británico en Texas y estamos en contacto con las autoridades locales».

DeSarno aseguró en la rueda de prensa que el sospechoso había sido identificado, pero no reveló su identidad.

Por su parte, citando a un funcionario estadounidense cercano al asunto, la cadena ABC informó que el hombre exigía la liberación de Aafia Siddiqui, una científica paquistaní que en 2010 fue condenada por un tribunal de Nueva York a 86 años de prisión por el intento de asesinato de funcionarios estadounidenses en Afganistán.

Siddiqui está actualmente recluida en una prisión de Fort Worth, Texas.

En una declaración a la cadena CNN, el abogado de Siddiqui dijo que ella «no tiene absolutamente ninguna implicación» en la situación de los rehenes y condenó el incidente.

Siddiqui fue la primera mujer sospechosa de tener vínculos con la red yihadista Al Qaida en ser detenida en Estados Unidos, lo que le valió el apodo de «Lady Al Qaida».

DeSarno no confirmó las demandas de la sospechosa, pero precisó que estaban «centradas en un asunto que no era específicamente una amenaza para la comunidad judía».

– Un vivo de Facebook –

En un momento dado, el enfrentamiento involucró a unos 200 agentes de la ley locales, estatales y federales que se concentraron alrededor de la Congregación Beth Israel en Colleyville.

Una transmisión en vivo de la página de Facebook de la congregación durante el servicio matinal del ‘sabbat’ parecía capturar la voz del hombre hablando en voz muy alta, aunque no mostraba la escena en el interior del centro religioso.

En esa transmisión podía escucharse a un hombre diciendo: «Pon a mi hermana al teléfono» y «voy a morir». También expresó: «Hay algo que está mal con Estados Unidos».

ABC News informó que el secuestrador estaba armado y afirmó tener bombas en varios lugares. Esto no ha sido confirmado.

Uno de los rehenes fue liberado al principio del enfrentamiento. Tras horas de lo que, según la policía, fueron extensas negociaciones con el sospechoso, un equipo SWAT de élite irrumpió en la sinagoga.

Los periodistas que se encontraban en las inmediaciones reportaron haber oído un fuerte estallido -probablemente una granada de fragmentación utilizada como distracción- y disparos.

– «Horrorosa» –

Ellen Smith, una miembro de la congregación que creció yendo a esa sinagoga, declaró a CNN que la situación era «impactante y horrorosa».

Pero dijo que «no es sorprendente» que la crisis se produzca en una comunidad judía.

«Últimamente han aumentado los casos de antisemitismo, pero desde que los judíos caminan por la Tierra, hemos sido perseguidos», consideró.

El incidente despertó preocupación entre la comunidad judía y en el gobierno de Israel, cuyo primer ministro Naftali Bennett aseguró supervisar «de cerca» la situación.

Las sinagogas de varias ciudades de Estados Unidos aumentaron la seguridad tras el atentado, aunque las autoridades dijeron que no creían que el incidente formara parte de una amenaza global.

El presidente Joe Biden prometió «oponerse al antisemitismo y al aumento del extremismo en este país».

AFP.