La población de Tonga está determinada a reconstruir su damnificado país una semana después de la potente erupción volcánica seguida de un tsunami en ese archipiélago del Pacífico.
La fuerte erupción del volcán Hunga Tonga Hunga Ha’apai el pasado sábado desencadenó un tsunami que causó estragos por todo el archipiélago, afectando a más de 80% de sus 100.000 habitantes, según Naciones Unidas.
La periodista tongana Marian Kupu aseguró que la mayoría de lugareños querían seguir viviendo allí y participar en la enorme tarea de reconstrucción.
«Queremos quedarnos aquí en nuestro país, porque esto es lo que nos identifica como tonganos. Queremos reconstruir nuestro país, unirnos y superarlo», afirmó la reportera a AFP.
La ceniza tóxica ha contaminado las reservas de agua, los cultivos quedaron destruidos y al menos dos aldeas han sido borradas del mapa. Se estima que un kilómetro cúbico de material fue expulsado del volcán que, según los expertos, seguirá activo «por semanas o meses».
«La población de Tonga va a necesitar respaldo sostenido para responder a un desastre de esta magnitud», dijo Sione Hufanga, la coordinadora de Naciones Unidas especializada en Tonga.
«La gente de Tonga todavía está abrumada por la magnitud del desastre», añadió.
Este archipiélago figura en el tercer lugar del World Risk Report, una clasificación que mide a los países según su susceptibilidad de experimentar catástrofes naturales. Pero, pese al peligro, Kupu asegura que la mayoría de sus compatriotas quiere quedarse en sus islas.
«Es el sentimiento de orgullo que tenemos aquí, que no queremos marchar de país donde nacimos y crecimos», aseguró la periodista.
Un superviviente de la isla de Atata, arrasada por el tsunami, le dijo que volvería a la isla incluso después de la devastación. «Explicaba que deseaba regresar porque sus padres están enterrados allí, él nació allí y su vida es allí», dijo la reportera.
«Deseó que el gobierno o quien sea le ayude a reconstruir su pequeña isla para que pueda volver», añadió.
AFP