Desde hace meses, la nadadora trans Lia Thomas encadena victorias en las piscinas universitarias estadounidenses, generando una acalorada polémica por las supuestas ventajas que tiene por el hecho de haber nacido hombre.
La polémica, que surge de nuevo por la delicada cuestión del lugar de los deportistas trans, ya ha llevado a la NCAA, la organización que regula el deporte universitario, y a USA Swimmings, la federación estadounidense de natación, a prometer un nuevo reglamento.
Todo esto con el fondo de una ofensiva de políticos conservadores. «Prohibiremos a los hombres que participen en competiciones femeninas», dijo Donald Trump el 15 de enero en un mitin en Arizona, sin mencionar a esta estudiante de 22 años de la Universidad de Pensilvania y miembro del equipo femenino de natación desde septiembre de 2021 tras haber participado en las competiciones masculinas.
– «Rendimiento excesivo» –
En una de las escasas entrevistas que ha concedido, Thomas explica en el podcast «TheSwimSwam» que se dio cuenta de que era «trans» en el verano de 2018 aunque quiso seguir nadando con los hombres.
«Esto me causó mucha angustia (…). No podía concentrarme en la natación, ni en los estudios ni en mis amigos», contó. En mayo de 2019 inició su transición con un tratamiento hormonal.
En su primera temporada en la competición femenina, Thomas está arrasando. A principios de diciembre en Akron (Ohio) consiguió los mejores resultados del año en 200 yardas (183 metros) libre (1 min 41 seg 93″) y en 500 yardas (457 metros) libre (4 min 34 seg 06″).
El sábado, en Harvard (Cambridge, Massachusetts), brilló ganando las 100 y 200 yardas libre.
La estudiante respeta las reglas de la NCAA, que autoriza a las mujeres trans a participar en sus filas tras haberse sometido durante al menos un año a un tratamiento de supresión de testosterona. Lo que es insuficiente para algunos, en un deporte de potencia como la natación, porque su transición se inició tras la pubertad.
«Lia tiene un rendimiento excesivo en las pruebas femeninas», escribe el Women’s Sports Policy Working Group, que reivindica la defensa del deporte femenino, en un correo a la NCAA.
Se basa en un estudio, que todavía no ha sido publicado en una revista científica, que ha analizado los tiempos de la nadadora.
«Sus tiempos de la postransición hasta ahora (…) son muy parecidos a sus mejores tiempos de la pretransición en las pruebas masculinas», agrega el grupo, que cuenta en sus filas con la medallista olímpica de natación (Los Angeles, 1984) Nancy Hogshead-Makar.
– Discriminación –
Para sus defensores, la polémica solo es una prueba más de las discriminaciones que sufren las personas trans. «Thomas es simplemente una atleta que ama su deporte, que se entrena duro y respeta todas las condiciones para nadar en competiciones. Pese a ello, es víctima de una retórica violenta», lamentó el grupo Athlete Ally.
El asunto divide en Estados unidos, donde varios estados conservadores –diez, según Athlete Ally — han adoptado leyes para impedir que las jóvenes trans participen en las competiciones femeninas de los colegios.
Cinco meses después de la primera participación en los Juegos Olímpicos de verano de una deportista trans, en halterofilia, la cuestión sigue siendo un dolor de cabeza para las instituciones deportivas.
En noviembre, el Comité Internacional Olímpico (CIO) devolvió la papa caliente a cada deporte, alegando la falta de «consenso científico sobre el papel de la testosterona en el rendimiento del conjunto de los deportes».
La NCAA reanudó el jueves este abordaje diferenciado, basándose en el umbral de testosterona.
La Federación Internacional de Atletismo (World Athletics) impone un techo (desde 2019, de menos de 5 nmol/l durante 12 meses). Sobre esta base, la atleta trans CeCe Telfer fue excluida de la selección olímpica en junio de 2021.
Por su lado, la Universidad de Pensilvania volvió a dar su apoyo a Lia Thomas, con vistas sobre todo a los próximos campeonatos de la NCAA en marzo, la principal competición de la temporada universitaria.
Si se clasifica, Thomas podrá medirse de nuevo con Izzi Henig, una estudiante trans de Yale que decidió no tomar tratamientos hormonales y sigue compitiendo con mujeres. El 8 de enero, el primer duelo en las 100 yardas libre lo ganó Izzi Henig.
AFP.