Marta De La Vega, profesora PHD en ciencias políticas, expresó que el presidente interino Juan Guaidó debe rodearse de personas que persigan la unidad y pidió que haya unanimidad de propósitos con una visión de grandeza para lograr sacar al país adelante.
En el programa Enfoque Global con el embajador Orlando Viera Blanco, De La Vega resaltó la importancia de tener a largo plazo un plan de país que «impregne» a todos los sectores y estimule a la sociedad civil a participar, y además articule el impulso de la sociedad civil con los partidos políticos, porque considera que los partidos no pueden seguir actuando «de manera normal» como si se estuviera en democracia.
De La vega también destacó que se debe trabajar deponiendo los intereses partidistas y en función del bien común, pero aseguró que no se puede construir un plan país basado en el crimen, el odio, el resentimiento y la venganza social porque eso general violencia y una confrontación estéril y destructora.
A su juicio, la democracia es un sistema político, sino un modo ético para asegurar una convivencia pacífica en los mejores términos, en los que todos construyen en una dirección de ganar-ganar.
Consecuencia de extremos constitucionales
La profesora PHD en ciencias políticas subrayó que la presidencia interina de Juan Guaidó es una consecuencia de los extremos constitucionales que permitieron enfrentar una situación inédita, como la de un vacío de poder debido a la usurpación del poder legítimo por parte de una persona que, además extemporáneamente, cambió los términos de la elección.
¿De qué manera lo hizo? Con la inhabilitación «todos los que pudo» y se hizo proclamar presidente de la República «sin que lo haya ganado en términos electivos, ni siquiera con el número de votos» y recordó que hasta la propia empresa Smartmatic, de las máquinas de votación, reconoció que se habían inflado los votos, «en una elección de mayo de 2018 cuando era extemporáneo desde el punto de vista constitucional».
De La vega explicó que de ahí salió la presidente de Juan Guaidó, quien en ese momento era presidente de la Asamblea Nacional electa legítimamente y era un imperativo constitucional que el jefe de Parlamento ocupara la presidencia, un cargo que duraría hasta que se realice una elección presidencial transparente, legítima, universal y respetada por todos los estándares internacionales.
Pluralismo Vs. sectarismo
A su parecer, con la fragmentación de la fuerza democrática se confunde el pluralismo con una especie de sectarismo de lo que consideró como «un pequeño coto de caza, para tener su pequeña porción de poder, para darse cuenta que solamente están viendo el árbol, pero perdiendo de vista el bosque». Y por este motivo, señaló que se producen «situaciones inaceptables» de rencillas internas y de enfrentamientos por un liderazgo, que según dijo, está bastante disminuido ante una dictadura que es «feroz».
La situación de Barinas, en su opinión, «los dejó fuera de base al punto que terminó por abortar el legítimo derecho a un referendo revocatorio que lo planteó en términos imposibles después de haberlo aceptado porque sabía que se le podría escapar de las manos», aseveró.