Las autoridades anunciaron este viernes un plan para expulsar a vagabundos que se refugian en el metro tras un alza de la violencia en vagones y estaciones desde el inicio de la pandemia de covid-19.
El alcalde de Nueva York, Eric Adams, un excapitán de la policía, y la gobernadora del estado, Kathy Hochul, anunciaron el plan para cortar de raíz la presencia de vagabundos en el metro, algunos con enfermedades mentales, como el que empujó en enero a una pasajera a las vías en la estación de Times Square, causándole la muerte.
El incidente tuvo lugar tras otros episodios similares y muchos neoyorquinos no se sienten seguros al utilizar el metro.
Muchas personas sin hogar se refugiaron en el metro tras el cierre de refugios en el peor momento de la pandemia en abril y mayo de 2020.
El nuevo plan de seguridad, que entrará en vigor la semana próxima, contempla inversiones, más presencia policial, además de más albergues de acogida y servicios de salud mental para las personas sin hogar.
«Es cruel e inhumano permitir a personas sin vivienda vivir en el metro e injusto para los pasajeros y trabajadores que pagan (por el servicio) que merecen un entorno limpio, ordenado y seguro», dijo el alcalde.
Hochul, del partido demócrata al igual que el alcalde, achacó el aumento de problemas mentales de la población a la «falta de inversión y a la pandemia» de covid-19, que golpeó con especial virulencia a esta ciudad de casi nueve millones de habitantes, donde han muerto más de 38.000 personas a raíz del virus.
Durante los dos años de pandemia, los delitos violentos en el metro de Nueva York se dispararon. Solo en 2021 crecieron un 25% con respecto a 2019 pese a la caída de pasajeros que sufrió el metro.
Treinta personas fueron empujadas a las vías en 2021 frente a los 20 de 2019 y los nueve de 2017, según la policía.
A principios de febrero, el alcalde recibió la visita y el respaldo del presidente Joe Biden en su cruzada para terminar con la violencia armada, un problema que afecta a todo el país y no solo a Nueva York.
La muerte de dos policías asesinados en Harlem en enero sacudió a la ciudad y puso presión sobre Adams, que llegó a la alcaldía con la promesa de reducir la inseguridad.
AFP