El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, condenó este martes la «más reciente invasión» rusa en Ucrania, pero dijo que Estados Unidos está trabajando con aliados para «evitar que el conflicto llegue más lejos».
«La más reciente invasión rusa amenaza la paz, la seguridad y la prosperidad de Ucrania y de la comunidad transatlántica», declaró Austin, junto al ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, en el Pentágono. «Seguiremos cooperando estrechamente con ustedes y seguiremos en sintonía con nuestros aliados y socios para tratar de encontrar la forma de evitar que el conflicto llegue más lejos», añadió.
Elogió la «respuesta ponderada» de Ucrania, que pidió una solución pacífica «frente a la agresión, las provocaciones y las falsas acusaciones de Rusia».
Austin estimó que el presidente ruso, Vladimir Putin, «todavía puede evitar una guerra trágica».
Kuleba, quien se halla en Washington para reunirse con altos cargos en pleno deterioro de la crisis, afirmó estar en una misión diplomática.
«Pero en estos días la diplomacia también significa defensa», añadió, cuando Kiev busca más apoyo militar de Estados Unidos. «Mi mensaje es sencillo: una Ucrania fuerte es la mejor disuasión de Rusia».
Ucrania, rodeada al norte, sur y este por 150.000 soldados rusos, quiere sobre todo reforzar su defensa antiaérea.
Vladimir Putin declaró el lunes la independencia de las regiones prorrusas de Donetsk y Lugansk.
El gobierno del presidente Joe Biden pareció dudar en calificar de «invasión» la entrada de las fuerzas rusas en las zonas separatistas del este de Ucrania, y dijo inicialmente que los soldados rusos están presentes en esas zonas desde hace ocho años.
Pero el martes cambió de tono. «Creemos que sí, esto es el comienzo de una invasión», afirmó a la CNN un alto cargo de la Casa Blanca, Jonathan Finer.
La víspera la presidencia habló más bien de «flagrante violación» de los compromisos internacionales de Moscú.
AFP.