Dos exdiplomáticos nicaragüenses críticos al gobierno de Daniel Ortega que estaban presos fueron beneficiados con arresto domiciliario por problemas de salud, en momentos en que la comunidad internacional reclama por la situación médica de varios opositores encarcelados.
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«El Ministerio Público (Fiscalía), ante el estado de salud de estas personas referidas, por razones humanitarias, pidió a la autoridad judicial el cambio de medida cautelar de prisión preventiva por detención domiciliaria» para Edgar Parrales y Mauricio Díaz, indicó la entidad en un comunicado.
Ambos forman parte de los 46 opositores detenidos el año pasado, en su mayoría antes de las elecciones de noviembre, en las que el presidente Ortega obtuvo su cuarto mandato consecutivo desde 2007.
Son procesados por delitos como «menoscabar la integridad nacional», considerados como «traición a la patria». Ortega los acusa de conspirar para derrocarlo con el apoyo de Washington.
Entre los presos están siete exaspirantes a la presidencia que quedaron inhabilitados para competir con el mandatario.