El gigante anglo-holandés de los hidrocarburos Shell anunció el lunes que se separa de sus participaciones en varios proyectos comunes con el grupo ruso Gazprom en Rusia por la invasión rusa en Ucrania.
Previamente, BP había hecho lo mismo.
Como BP, Shell mantuvo en estas dos décadas una presencia en Rusia pese a las tensiones geopolíticas crecientes, teniendo reveses pero conservando relaciones cordiales con las autoridades.
Shell invirtió en el controvertido gasoducto Nord Stream 2 del que espera separarse.
«Nuestra decisión de partir fue tomada con convicción», aseguró el director general de Shell, Ben van Beurden, en un comunicado transmitido a la Bolsa de Londres.
«Estamos conmocionados por las pérdidas de vidas humanas en Ucrania, que lamentamos, fruto de un acto insensato de agresión militar que amenaza la seguridad europea», declaró.
En total, sus partes valían a fines de 2021 3.000 millones de dólares y representaron un beneficio ajustado de 700 millones de dólares el año pasado.
AFP.