En el octavo día de ofensiva rusa contra Ucrania, delegaciones de Kiev y Moscú han vuelto este jueves a sentarse en una mesa de diálogo para abordar el conflicto. El encuentro no logró un alto el fuego y la guerra continuará, a la espera de un tercer encuentro que se celebrará casi con toda probabilidad a principios de la próxima semana.
“Hemos acordado la creación de corredores humanitarios para la salida de civiles”, ha anunciado Mijaílo Podoliak, asesor del presidente Volodímir Zelenski, aunque no es segura una tregua durante la salida de la población. “Es posible que haya un alto el fuego en el momento de la evacuación allá donde se desarrolle”, agregó el consejero, según recoge la agencia Interfax.
La parte rusa abundó en la misma idea y dejó en el aire la posibilidad de un cese de hostilidades durante las evacuaciones. “La cuestión clave que resolvimos hoy ha sido la protección de la población civil”, dijo el jefe de la delegación rusa, Vladímir Medinski. El diplomático consideró solo “posible” un alto el fuego durante la salida de los civiles.
Las conversaciones tuvieron lugar en la región bielorrusa de Gómel, donde el régimen de Alexándr Lukashenko ejerció de mediador. “Hemos acordado continuar las negociaciones lo antes posible”, afirmó Podoliak, que admitió no estar contento con la reunión. “Por desgracia, no logramos los resultados que esperábamos”, reconoció el asesor.
Pese a las conversaciones y pese a que el Gobierno de Zelenski exige a Moscú que paralice su ofensiva, el Ejército ruso ataca el corazón de ciudades como Kiev y Járkov y bombardea zonas civiles. El Kremlin, que ha agudizado su ataque ante la resistencia ucrania, no ha detenido los bombardeos. Al contrario, ha aumentado la ofensiva contra infraestructuras civiles.
En esta segunda reunión la seguridad de la delegación ucrania ha corrido a cargo de los servicios especiales del líder autoritario bielorruso Aleksandr Lukashenko, según Kiev, pese a que parte de las tropas de Putin están entrando a Ucrania desde ese país. Hace un mes que Rusia empezó a concentrar efectivos en Bielorrusia para, supuestamente, hacer maniobras militares conjuntas con Minsk.
Nota de EL PAÍS