La embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Linda Thomas-Greenfield, identificó este domingo tres áreas en las que Estados Unidos podría tomar medidas adicionales para aumentar la presión sobre Rusia a medida que continúa su guerra en Ucrania: una prohibición de las importaciones de petróleo ruso, una declaración de crímenes de guerra y ayudar a facilitar la entrega de aviones de combate polacos a Ucrania.
En respuestas separadas en una entrevista en ABC News, Thomas-Greenfield mencionó aquellas áreas en las que Estados Unidos estaba revisando opciones y coordinando con aliados.
Ella dijo que el presidente Biden estaba «en conversaciones con los aliados de la OTAN» sobre una posible prohibición de las importaciones de petróleo ruso. “El presidente está trabajando con sus asesores, asesores de seguridad, así como con sus asesores de energía, sobre cómo abordar estos problemas”, dijo, y agregó que la Casa Blanca es consciente de cómo tal prohibición podría afectar los precios de la gasolina.
Dijo que Estados Unidos ha estado «en consultas estrechas con el gobierno polaco, así como con nuestros otros aliados de la OTAN», sobre la idea de facilitar una transferencia de aviones de combate de la era soviética de Polonia a Ucrania.
“No nos hemos opuesto de ninguna manera a que el gobierno polaco proporcione estos aviones a Ucrania y estamos trabajando, como usted señaló, para ver cómo podemos reemplazarlos”, dijo, en referencia a un plan que se está formulando para enviar F- 16s a Polonia.
Y dijo que Estados Unidos estaba «trabajando con nuestros socios para recopilar y proporcionar información» sobre posibles crímenes de guerra.
«Cualquier ataque contra civiles es un crimen de guerra», dijo. A principios de esta semana, Biden no llegó a calificar las acciones de Rusia en Ucrania como un crimen de guerra.