El Programa Mundial de Alimentos (PMA), dependiente de la ONU, ha advertido este viernes que las cadenas logísticas de suministro de alimentos en Ucrania están «colapsando», como consecuencia de que una parte de la infraestructura está destruida y muchos establecimientos alimentarios y almacenes están vacíos.
«El transporte de las mercancías se ha ralentizado por motivos de inseguridad y por las reticencias de los condutores», ha señalado Jakob Kern, el coordinador del organismo para la crisis de Ucrania, que ha mostrado su preocupación por la situación en la que se encuentran las ciudades sitiadas por las tropas rusas, como Mariupol, donde los alimentos y las reservas de agua se están agotando y a la que los convoyes del organismo no han podido acceder.
«Con los precios en auge de los alimentos a escala mundial, estamos preocupados por el impacto que la crisis de Ucrania puede provocar en la seguridad alimentaria en el mundo, especialmente en los lugares con mayor hambruna», ha indicado.
El organismo está pagando 71 millones de dólares (unos 64 millones de euros) más al mes por alimentos este año debido a la inflación generada por la ofensiva militar en Ucrania, una cantidad que cubriría el suministro de alimentos para cuatro millones de personas, ha dicho Kern, que ha señalado que están buscando nuevos proveedores (casi el 50% del trigo que adquieren procede de Ucrania). «Cuánto más lejos compras, más caro se vuelve el producto».