El diplomático Milos Alcalay afirmó que los rusos ya no tiene confianza en la lealtad de Nicolás Maduro y EEUU ni los europeos creen en el cambio de posición del régimen que ahora hace llamados diálogo y la paz.
«Se va a quedar como el jamón del sánduche», expresó durante el programa Dígalo Aquí con José Pernalete y se refirió a las reuniones del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Ucrania, al señalar que Venezuela no ha votado porque tiene una deuda.
«Son 192 países que existen en la ONU y el único que no votó fue Venezuela por no haber pagado su cuota como Somalia, pero inmediatamente Maduro llamó a Putin y le dijo que le daba un respaldo internacional con militares», comentó.
Sin embargo, el diplomático manifestó que todo cambió tras la visita a Caracas de la delegación de altos funcionarios de EEUU y a su parecer, «ahí hubo un triángulo vicioso en el cual ya no es aliado internacional, sino que ahora lo que quiere es el diálogo y la paz».
Guerra sí, conflicto no
Milos Alcalay aseguró que la situación entre Rusia y Ucrania «no es un conflicto», sino una guerra por la intervención militar sangrienta que lleva a cabo una potencia como Rusia en contra de Ucrania. «Conflicto es cuando hay dos partes y aquí hay una parte tratando de aplastar y ejercer», explicó.
Alcalay aseveró que cuando se ve el exterminio de mujeres, niños y ancianos, y la destrucción de la infraestructuras, se trata de crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra. «Rusia tendrá una responsabilidad histórica que cumplir», dijo.
Asimismo, indicó que la Segunda Guerra Mundial obligó a reestructurar un nuevo organismo internacional que fue las Naciones Unidas y «nunca había habido una respuesta internacional tan contundente», como ahora con la invasión rusa a Ucrania.
«El mismo día de la intervención hubo una cumbre de la OTAN, de la Unión Europea, del G7 y Rusia vetó la resolución, y el único que vetó y votó sobre esa resolución fue Rusia, lo que hizo una acción sin precedentes ir a la Asamblea General que también votó», resaltó.
Además recordó que la Asamblea Parlamentaria de Estrasburgo expulsó a Rusia y «también la parte de las instituciones culturales, deportivas y científicas, rechazaron la presencia de representantes de Putin en esa acción» contra los ucranianos.