Nicaragua llamó «narco-Estado» a Colombia, luego de que Bogotá se opusiera a que Managua asuma la vicepresidencia de una reunión regional de la FAO, porque considera que el gobierno de Daniel Ortega atenta contra la democracia.
En una extensa carta dirigida a Panamá, país que ostenta la presidencia por témpore del Grupo de países de América Latina y el Caribe ante las Naciones Unidas, con sede en Roma (GRULAC), la cancillería nicaragüense rechazó los señalamientos «irrespetuosos e injerencistas» de Colombia.
«El narco-Estado Colombiano asesina impunemente a sus ciudadanos, a cuyas familias enviamos nuestra solidaridad», indicó el ministerio, al denunciar también que en ese país no se respetan los acuerdos de paz que pusieron fin al conflicto armado con la guerrilla de las FARC.
El enfrentamiento entre ambos países ocurre en el marco del 37 período de sesiones de la Conferencia Regional de la FAO para América Latina y el Caribe, en la que Managua aspira a ocupar la vicepresidencia.
Según consigna la prensa, Colombia dirigió días atrás una carta al GRULAC en donde se opone a que Nicaragua asuma la vicepresidencia del foro de la FAO, al considerar «incoherente» dar respaldo a un gobierno que ha quebrantado «las reglas mínimas de la democracia».
La conferencia regional de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Cultura) tendrá lugar en Quito el 28 de marzo.
Los intercambios entre Nicaragua y Colombia se han hecho constantes en los últimos meses. Ortega ya ha llamado al país sudamericano un «narco-Estado» y Bogotá lo califica de «dictador».
En febrero, Nicaragua retiró las credenciales al embajador de Colombia, luego de que este presentara una nota de protesta donde señaló que la actitud del gobierno de Ortega busca «distraer la atención de la comunidad internacional sobre la crítica situación de derechos humanos y las violaciones que sufren los nicaragüenses, los partidos políticos y los opositores».
Colombia, junto a otros países miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) desconoció las elecciones del 8 de noviembre en las que Ortega obtuvo un cuarto mandato consecutivo, con sus rivales presos y acusados por delitos que su propio gobierno les imputó.
Nicaragua mantiene bajo arresto desde junio pasado a unos 46 opositores incluidos siete aspirantes a la presidencia. Casi todos han sido condenados con penas de hasta 13 años de prisión.
AFP.