El nombre de la exgimnasta olímpica Alina Kabaeva, han sonado durante los últimos años por su presunta vinculación amorosa con Vladimir Putin, presidente de Rusia.
Kabaeva conduce una de las maquinarias más importante para autócrata ruso: la propaganda y preside del directorio del conglomerado de medios del país, cuyo puesto ha recibido las gracias de numerosos oligarcas cercanos al Kremlin.
La presunta «amante» de Putin, llegó a ser una de las gimnastas más condecoradas, alcanzado dos medallas olímpicas (oro en Atenas 2004), dos títulos mundiales y el apodo de “la mujer más elástica de Rusia”.
Luego de varios años, dio el salto a la política, convirtiéndose en diputada por el partido oficialista Rusia Unida, donde estuvo seis años en la Duma.
En el año 2014 pasó a dirigir el directorio del National Media Group (NMG). Para hacerle lugar, desplazaron a Kirill Kovalchuk, nada menos que sobrino de Yuri Kovalchuk, hombre detrás de NMG, principal accionista de Rossiya Bank y uno de los asesores más cercanos de Putin.
Para el 2008, el periódico Moskovsky Korrespondent afirmó que Putin estaba separado de su esposa Lyudmilla (madre de dos hijas de las que se conoce poco) y planeaba casarse con Kabaeva. Un tiempo después, el diario desapareció. Cuando una reportera le preguntó sobre los rumores, el presidente respondió con furia: “Siempre reacciono mal con aquellos que meten sus narices mocosas y sus propias fantasías eróticas en la vida delos demás”. La periodista se retiró llorando.
El paradero de la exatleta, quien tiene mucho poder y dinero, es desconocido.