Venezuela registró en marzo una inflación mensual de 1,4%, la cifra más baja desde agosto de 2012 cuando se ubicó en 1,1%, informó este miércoles el Banco Central (BCV).
El país, que salió en enero pasado de la hiperinflación que atravesó durante cuatro años, lleva siete meses registrando un índice nacional de precios al consumidor por debajo del 10%.
«Con el resultado de marzo, la variación acumulada al cierre del primer trimestre del año se ubica en 11,4%, muy inferior a la obtenida para el mismo período del año pasado (127,8%)», indicó el BCV en una nota de prensa.
La inflación anualizada se ubicó en 284,4%, «menos de la décima parte de la observada en marzo de 2021 (3.012,2%)», indicó la nota, pero continúa siendo una de las más altas del mundo.
El BCV ha venido publicando con regularidad la variación de precios en los últimos meses, dejando atrás las usuales demoras en su publicación de indicadores económicos. En años anteriores, llegó a acumular meses sin divulgar cifras actualizadas.
El gobierno de Nicolás Maduro atribuye la desaceleración del indicador a las políticas económicas que ha adoptado desde finales de 2018, cuando comenzó a relajar los férreos controles en la economía.
Los economistas afirman que en la desaceleración ha influido la dolarización de facto, la reducción del déficit fiscal y la estabilidad en la tasa del dólar inducida por la inyección constante de fondos por parte del Estado en el mercado cambiario.
El Observatorio Venezolano de Finanzas, cercano a la oposición, cuestiona no obstante las cifras oficiales y ubica el índice de marzo en 10,5%.
«La cifra de inflación de marzo 2022 de 1,4% es un absurdo (…) No crean esa cifra de una institución que ha escondido los datos y publica lo que le conviene», dijo el economista José Guerra, representante del observatorio.
AFP.