Un grupo de familiares y amigos de presos políticos acudieron hasta la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Caracas, para solicitar al organismo que interceda en las liberaciones.
Katherine Molina, hija del expolicía metropolitano Luis Enrique Molina, aseguró que ha sido «demasiado duro» asimilar que su papá no estaría con la familia en fechas especiales, tras ser condenado a 30 años de prisión por los hechos del 11 de abril de 2002.
Luis Enrique Molina ya ha cumplido 19 años de esa injusta condena.
La joven afirmó que creció viendo a su papá en la cárcel militar de Ramo Verde. «Yo tengo 21 años hoy en día y toda mi vida la he pasado en una cárcel», comentó.
Lili Barboza de Hernández, esposa del general Héctor Hernández Da Costa, pidió que se proceda a su liberación tal como lo exige la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Juan Pablo Guanipa, diputado a la Asamblea Nacional legítima, afirmó que cuando una persona está presa, su familia está presa y cuando no se tiene acceso a la justicia, los procesos se retrasan.
Una representación del Foro Penal también estuvo presente en la convocatoria y denunció que hasta la fecha contabiliza 239 presos por motivos políticos en Venezuela.
Con información de VOA.