Las fuerzas ucranianas aseguraron el lunes que temen la caída de Mariúpol, una ciudad estratégica en el sureste del país asediada desde hace más de 40 días por el ejército ruso, y cuyo puerto estaría ya ocupado, según los separatistas prorrusos.
En la región del Donbás, en el este, el gobierno ucraniano espera una inminente ofensiva rusa.
«Según nuestras informaciones, el enemigo ha casi finalizado su preparación para un asalto en el este. El ataque empezará muy pronto» dijo este lunes el portavoz del ministerio ucraniano de Defensa, Oleksandr Motuzyanyk.
En el frente diplomático, el canciller austriaco Karl Nehammer se reunió este lunes con el presidente ruso Vladimir Putin para intentar obtener corredores humanitarios, siendo el primer dirigente europeo que visita Moscú desde el inicio de la invasión de Ucrania el 24 de febrero.
Por su parte, la Unión Europea (UE) discutió en Luxemburgo nuevas sanciones contra Rusia.
Los rusos llevan semanas asediando Mariúpol, cuya captura les permitiría consolidar sus conquistas territoriales en la franja costera a lo largo del mar de Azov, conectando así las regiones del Donbás con la península de Crimea, anexionada por Moscú en 2014.
«Hoy va a ser probablemente la batalla final [en Mariúpol] ya que nuestras municiones se agotan», escribió el lunes en Facebook la 36º brigada de la Marina, que forma parte de las fuerzas armadas de Ucrania.
«Esto implica la muerte para algunos de nosotros y el cautiverio para otros (…) No sabemos qué pasará, pero les pedimos que se acuerden [de nosotros] con una palabra amable», pidió la brigada «a los ucranianos».
«Durante más de un mes hemos estado luchando sin munición, sin comida, sin agua», haciendo «lo posible y lo imposible», dijo la unidad, explicando que aproximadamente «la mitad» de sus integrantes están heridos.
El líder de los separatistas prorruso de Donetsk, Denis Pushlin, afirmó el lunes que sus tropas habían conquistado toda la zona portuaria de Mariúpol.
«Respecto al puerto de Mariúpol, ya está bajo nuestro control», declaró en directo en la cadena de televisión rusa Pervy Kanal.
Por su parte Oleksii Arestovich, un asesor del presidente ucraniano Volodimir Zelenski, admitió el domingo en Youtube que «ahora es militarmente imposible» liberar Mariúpol.
– «Infierno humanitario» –
Zelenski dijo el lunes, en un mensaje por videoconferencia a la Asamblea Nacional de Corea del Sur, que Rusia había «destruido completamente» la ciudad y que temía que «decenas de miles de personas» hubieran perecido allí.
«Era una ciudad de medio millón de habitantes. Los ocupantes la sitiaron y ni siquiera permitieron que se llevara agua y alimentos. Los rusos destruyeron totalmente Mariúpol y la quemaron hasta reducirla a cenizas», afirmó.
Tras revisar sus planes y retirar sus tropas de la región de Kiev y el norte de Ucrania, Moscú apunta ahora a la conquista total de Donbás, una región en parte controlada por fuerzas separatistas prorrusas desde 2014.
Los analistas creen que Putin, enfrentado a la feroz resistencia ucraniana, quiere asegurar una victoria en esta región antes del desfile militar del 9 de mayo en la Plaza Roja, que marca la victoria soviética sobre los nazis.
«La batalla por el Donbás durará varios días», alertó en Facebook Serguéi Gaidai, gobernador de la región de Lugansk, en el Donbás, llamando nuevamente a los civiles a abandonar la zona.
Según él, «el escenario de Mariúpol se puede repetir en la región de Lugansk».
El viernes, un ataque con misiles rusos frente a la estación de Kramatorsk, en el este, mató a 57 personas, incluidos al menos cinco niños.
Mientras la población intenta huir de esta región, continúan los ataques aéreos y bombardeos en otras partes, como los del domingo en Járkov (este), la segunda ciudad de Ucrania, y en sus suburbios, que dejaron al menos 11 muertos, entre ellos un niño de 7 años, y 14 heridos, según las autoridades regionales.
– Más de 1.200 cadáveres –
El despacho del canciller austriaco Nehammer envió un comunicado para decir que el encuentro con Putin en su residencia de Moscú duró una hora.
Nehammer afirmó que la conversación entre ambos fue «directa, abierta y dura».
«Yo mencioné los serios crímenes de guerra en Bucha y en otras localidades y destaqué que sus responsables deben ser llevados a la justicia», indicó.
Cerca de 300 personas fueron enterradas allí en fosas comunes, según las autoridades ucranianas, que acusan a los rusos. Moscú lo niega y denuncia una «manipulación».
En varias localidades cercanas a Kiev, que estuvieron ocupadas durante semanas por el ejército ruso, continúa la búsqueda de cadáveres.
«Hasta la fecha, tenemos 1.222 personas muertas solo en la región de Kiev», dijo la fiscal general de Ucrania, Irina Venediktova, al canal británico Sky News el domingo, aunque no especificó si los cuerpos eran solo de civiles.
También informó que hay 5.600 investigaciones abiertas por presuntos crímenes de guerra, incluidas las muertes en Bucha.
– Más empresas parten de Rusia –
Volodimir Zelenski llamó a los occidentales a «seguir el ejemplo del Reino Unido», cuyo primer ministro, Boris Johnson, realizó una visita sorpresa a Ucrania el sábado, y les pidió que impongan «un embargo total a los hidrocarburos rusos».
Reunidos en Luxemburgo, los cancilleres de la Unión Europea (UE) estudiaron este lunes un sexto paquete de sanciones contra Moscú, que sin embargo no afectará las compras de petróleo y gas.
La guerra en Ucrania podría reducir a la mitad el crecimiento del comercio mundial, según una análisis publicado por la Secretaría de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
La crisis debería llevar el crecimiento del PIB mundial a un nivel de entre el 3,1% y el 3,7% este año, mientras que el crecimiento del comercio mundial debería situarse entre el 2,4% y el 3%. En octubre, la OMC había previsto un aumento del 4,7%.
El éxodo de empresas occidentales de Rusia continúa. Este lunes, el banco francés Societé Générale se sumó a la lista de compañías que anunciaron el cese de sus actividades en el país desde la invasión de Ucrania.
Pocas horas después, el fabricante sueco de equipamiento para telecomunicaciones Ericsson anunció que suspendía sus actividades en Rusia, donde abastece a dos de los principales operadores de telefonía móvil. Rusia y Ucrania representan menos del 2% de su facturación.
AFP.