Rusia iniciará un procedimiento judicial si es declarada en suspensión de pagos desde Occidente, afirmó el ministro de Finanzas, Anton Siluanov, en una entrevista publicada el lunes ante el espectro de un default masivo de empresas privadas del país.
«Iremos a la justicia, porque hemos tomado todas las medidas necesarias para asegurarnos de que los inversores reciben sus pagos», dijo el ministro al periódico Izvestia.
«Presentaremos al tribunal nuestras facturas confirmando nuestros esfuerzos de pagar tanto en divisas extranjeras como en rublos. No será un proceso fácil. Tendremos que probar muy activamente nuestra posición, a pesar de todas las dificultades», añadió sin precisar a qué instancia jurídica recurrirían.
La agencia de calificación S&P Global Ratings rebajó el sábado la nota de Rusia para sus pagos en divisas extranjeras al nivel de «suspensión de pagos selectiva» después de que Moscú hubiera reembolsado en rublos una deuda en dólares la semana pasada.
La nota fue degradada al nivel «SD», el último escalón antes de «D» de quiebra, mientras que la nota se mantiene en «CC» para los pagos en rublos.
Después, S&P indicó que cesaba sus evaluaciones de Rusia como hicieron las agencias Fitch y Moody’s.
Aun así, el default todavía puede ser declarado por un acreedor privado que revele públicamente que Rusia ha dejado de pagarle o por la agencia americana ISDA, que gestiona las permutas de incumplimiento crediticio (CDS por sus siglas en inglés), una especie de seguro contra el impago.
– «Guerra económica» –
«Rusia intenta de buena fe reembolsar a los acreedores externos transfiriendo los montos correspondiente en divisas extranjeras para pagar nuestra deuda. Sin embargo, la política deliberada de los países occidentales es crear artificialmente un default por todos los medios», declaró Siluanov.
«Si se despliega contra nuestro país una guerra económica y financiera, estamos obligados a reaccionar», añadió.
El ministro indicó que la deuda exterior de Rusia representa entre 4,5 y 4,7 billones de rublos (53.400-56.300 millones de dólares al cambio actual), un 20% de toda su deuda pública.
El ministro ruso «intenta salvar el honor», estima Slim Souissi, especialista bancario que trabajó para Fitch.
Pero si Rusia reembolsa sus pagos «en condiciones desfavorables para los inversores», con retraso o con otra divisa a la contratada, esto representará «una situación de default», asegura.
Un país se considera en sus pensión de pago cuando no puede cumplir con sus compromisos ante los acreedores.
Hasta ahora, Rusia había esquivado esta situación usando sus fondos de divisas internacionales en el extranjero para satisfacer su deuda.
Pero, desde la semana pasada, Washington no autoriza a Moscú a reembolsar su deuda con dólares depositados en bancos estadounidenses. Como consecuencia, el banco JP Morgan bloqueó un pago de Moscú, que anunció entonces haberlo satisfecho en rublos la cantidad de 650 millones de dólares que debía devolver el 4 de abril.
– Impagos privados –
Según numerosos analistas, el default de Rusia es cercano, si no inevitable, lo que cortaría su acceso a los mercados financieros y dificultaría su regreso durante años.
Preguntado por Izvestia, Siluanov declaró que Rusia «no necesita ya tomar prestado en los mercados» y que no confía ni en el crédito exterior ni en las divisas occidentales.
Pero más que el default público, lo que puede perturbar gravemente el mercado es la suspensión de pagos masiva de grupos privados.
El lunes, el gigante minero Alrosa anunció que no pudo cumplir con un pago de 11.600 millones de dólares por las sanciones.
En la misma jornada, un comité del ISDA, requerido por acreedores, declaró un «fracaso en el pago de un crédito» de la empresa ferroviaria Russian Railsways que no consiguió reembolsar unos intereses previstos en marzo.
Es la primera declaración de este tipo de una empresa rusa pero el abanico puede ampliarse las próximas semanas, dijo Souissi.
AFP.