El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, ha asegurado que su país es actualmente uno de los que más minas antipersonales tiene en el mundo y ha denunciado que la colocación de tales explosivos por parte de las tropas rusas “debería considerarse un crimen de guerra”.
“Los ocupantes dejaron minas por todas partes. Minaron la propiedad de las personas, minaron los coches, las puertas. Conscientemente hicieron todo lo posible para que el regreso a estas áreas después de la desocupación fuera lo más peligroso posible”, ha dicho.
“Creo que esto también debería considerarse un crimen de guerra de las tropas rusas. Deliberadamente hicieron todo lo posible para matar o mutilar a la mayor cantidad posible de nuestra gente, incluso cuando se vieron obligados a retirarse de nuestra tierra”, ha agregado.
El mandatario ucraniano ha informado de que, durante la jornada de este lunes, se ha reunido con un grupo de expertos para poner en marcha un mecanismo especial “para la investigación previa al juicio y la revisión judicial de todos los crímenes de guerra cometidos por los ocupantes”.
“Estamos trabajando en una forma legal de llevar a los ocupantes ante la justicia, que será lo más eficaz y rápida posible. Para no esperar décadas hasta que se completen todos los procedimientos legales internacionales, sino para acelerar el inicio de la justicia”, ha señalado.
Zelensky ha indicado, además, que las tropas rusas preparan “una nueva etapa de terror” contra Ucrania, ya que los líderes rusos han discutido el uso de armas químicas sobre la ciudad de Mariúpol. “Nos tomamos esto lo más en serio posible”, ha añadido.
El mandatario ucraniano también ha subrayado sus contactos con el primer ministro de Noruega, Jonas Gahr; el primer ministro de los Países Bajos, Mark Rutte, así como con el presidente de la Unión Africana y el presidente de Senegal, Macky Sall.
“Esta semana continuaré este formato de comunicación con los países socios. Mañana me dirigiré al Parlamento y al pueblo de la República de Lituania”, ha dicho. Así, Zelensky ha asegurado que Ucrania “sigue dependiendo” del suministro de armas de sus socios.
Por ello, ha subrayado que “la responsabilidad quedará para siempre en la Historia”. “Las vidas de los ucranianos se están perdiendo. Vidas que ya no se pueden devolver”, ha dicho el mandatario ucraniano.