Tal y como ocurría antes de la pandemia de COVID-19, las iglesias en toda Venezuela dejaron de estar vacías y volvieron a llenarse de feligreses que, haciendo uso de mascarillas e implementando otras medidas de bioseguridad, se han congregado para manifestar su fe y expresar su devoción.
Las distintas parroquias de la iglesia católica venezolana han organizado actividades propias de la Semana Santa que han sido recibidas con “satisfacción” por los feligreses.
“Es algo muy bueno, no solo para los sacerdotes sino para todos los fieles, estamos todos felices, se ve ese cambio, esa alegría en todos”, dijo a la Voz de América el sacerdote Efrén Cisneros, párroco de La Ascensión del Señor, una iglesia del este de Caracas.
“Incluso cuando uno ve las misas en El Vaticano, cómo allá también está bastante abierto todo, todo está regresando digamos a su normalidad, esperemos que siga incrementándose ese regreso a la normalidad y que vaya cediendo cada vez más la pandemia”, añadió.
Para Eulalia, tener la posibilidad de volver a orar en la iglesia de su comunidad es una “gran alegría”, especialmente en esta época.
“Estuve dos años encerrada, con 82 años eso no es lo ideal”, comenta sonriente mientras entra a una misa y espera con ansias la procesión de El Nazareno de San Pablo, la advocación de Jesucristo más importante de Venezuela.
Al igual que en otras iglesias, en esta parroquia se han celebrado los actos litúrgicos de Semana Santa, pero también otras actividades al aire libre dedicadas a niños y jóvenes.
“Es bueno que se estén retomando y que se sigan incrementando no solo aquí sino en todas las parroquias”, expresó Cisneros al destacar que cada parroquia se organiza de acuerdo a su contexto sociocultural.
Durante los dos últimos años el gobierno de Venezuela agudizó las medidas restrictivas para hacer frente al COVID-19, una situación que especialmente afectó de manera negativa al turismo, pero que, de acuerdo a representantes del sector, empieza a evidenciar signos de recuperación.
VOA