El jefe del gobierno alemán, Olaf Scholz, se declaró el viernes molesto por las acusaciones «falsas y calumniosos» sobre la política de su formación, el Partido Social Demócrata, que es criticado por quienes afirman que tiene una postura demasiado favorable a Rusia.
Desde el fin de la Segunda Guerra «hay representaciones falsas y calumniosas de la política europea y rusa del SPD, esto me molesta», denunció Scholz en una entrevista al semanario Spiegel donde afirma que su partido está «sólidamente anclado en la Alianza Transatlántica y en el campo occidental».
El canciller alemán ha sido cuestionado por sus vecinos de Europa Central y por los países bálticos por su negativa a entregar las armas pesadas que pide Ucrania.
Estas críticas consideran que esto es una continuación de la cercanía a Rusia, muy anclada en la historia del Partido Social Demócrata.
En Alemania el debate está encendido, incluso al interior de la coalición de gobierno, donde los Verdes y los Liberales consideran insuficiente el apoyo dado a Ucrania y piden desde hace varias semanas al gobierno que autorice la entrega de material ofensivo y específicamente de vehículos blindados.
Alemania practicó durante mucho tiempo una política de distensión frente a Rusia con la idea de que el comercio induciría una democratización progresiva del país.
El gobierno alemán afirma que tras décadas de pocas inversiones, el ejército alemán no está en una posición de enviar a Ucrania las armas que pide.
El potencial para enviar armas a Ucrania de los inventarios del ejército ya «ha sido agotado», aseguró Scholz en la entrevista.
AFP